La Tula de los mixtecos
Los mexicas identifican a Tula, Hidalgo, como la ciudad sagrada de Quetzalcóatl y le atribuyen una mayor importancia histórica que a Cholula y Teotihuacán.
Ya hemos comentado la influencia muy fuerte del poder militar y religioso que quedó vigorosamente representada en la arquitectura de Chichén Itzá y entre los mixtecos. En este sentido, podemos decir que la familiaridad de los mayas y mixtecos con el concepto de Tula y con el dios Quetzalcóatl, al parecer, es el resultado de la tradición nahua en el sur.
Sin lugar a duda, este impacto había comenzado en la época teotihuacana, pero parece haber tenido mayores consecuencias políticas y religiosas en la etapa tolteca. Pero también podemos decir que el Kukulcán de los mayas podría ser el señor de Chichén Itzá, así como la Tula a la que se refieren los mixtecos en sus fuentes bien podría ser Cholula (Tollan Cholollan), que había mantenido la tradición teotihuacana durante varios siglos, tenía fuertes vínculos con Oaxaca y durante el Período Postclásico alcanzó la reputación de ser el principal santuario de Quetzalcóatl.
Pero las fuentes históricas nos señalan que había varias Tulas y varios Quetzalcóatl y diferentes reinos mesoamericanos durante el Período Posclásico se adhirieron a esa leyenda y a esos símbolos como parte de una estrategia para legitimar su posición de poder, reconocer una cabecera y rendir homenaje a un tronco de la nobleza.
Los mexicas identifican a Tula, Hidalgo, como la ciudad sagrada de Quetzalcóatl y le atribuyen una mayor importancia histórica que a Cholula y Teotihuacán. Eso es debido a que esa era su Tula, su gran metrópoli.
Los mexicas formaban parte de las provincias norteñas del reino tolteca, en la región de Querétaro; luego descendieron hacia el Valle de México cuando su metrópoli entró en crisis y fue abandonada un poco antes del año 1200 dC. En los días de gran esplendor los mexicas merodeaban por la antigua ciudad de los atlantes y los chacmoles, escarbaban las piezas de ofrendas en Tenochtitlán y se inspiraban en algunos diseños de la abandonada ciudad para crear sus propias obras artísticas.
Los mexicas se consideraban los herederos directos de la Tula y a Teotihuacán lo ubicaban en un tiempo remoto, en el tiempo de la creación del mundo. La caída de Tula se debió a diversos conflictos en el año de 1200 dC, lapso que corresponde al Periodo Posclásico.