Leo hoy las cifras que publica la Presidencia de la República, que indican que el primer semestre del 2014 ha sido histórico para el turismo en México, con la llegada de 14.2 millones de turistas internacionales, casi 8,500 millones de dólares de divisas, un aumento, en comparación con el mismo periodo del año anterior de 2.8% en el número de visitantes internacionales y 9.7% en número de pasajeros vía aérea.

En lo personal me da gusto que finalmente, después de unos años malos para el turismo en México, finalmente las cifras macro estén dando los resultados esperados. Pero también me asalta la pregunta, después de haber escuchado la semana pasada una serie de conferencias muy interesantes respecto al turismo social, ¿para qué queremos turismo?

Sin duda las respuestas son tantas como los puntos de vista desde donde se mire, y he ahí el valor de este sector que pretende convertirse en motor de desarrollo de nuestra economía. Y recuerdo algunas frases de mis maestros, antiguos y nuevos, que siempre me hicieron cuestionar el por qué del turismo y cómo entrarle al tema. Creo que el turismo debe servir para:

1. Mejorar la economía nacional, estabilizar la balanza de pagos y atraer inversiones, y creo que en ese sentido las cifras antes mencionadas son positivas y reflejan el objetivo con el que el turismo fue impulsado hace ya más de 50 años en nuestro país. Pero este no es el único objetivo del turismo.

2. Mejorar la calidad de vida de las personas que viven de él. Ya sea personas en grandes ciudades, en entornos rurales, en comunidades indígenas, en islas, en las fronteras, es decir, en toda la geografía nacional. Y el modelo de turismo que seguimos hasta ahora no ha generado estos beneficios aún, ya que no existen políticas  suficientes que permitan a la población no sólo conseguir un empleo en las grandes empresas, sino emprender sus propios negocios.

3. Apoyar el derecho humano de todos los individuos a disfrutar del ocio y el tiempo libre. Dar la posibilidad de que los grupos vulnerables (jóvenes, adultos mayores, discapacitados, indígenas, mujeres y personas de bajos ingresos) puedan viajar y expandir sus conocimientos; a esto lo conocemos como Turismo para Todos

4. Contribuir a la conservación y protección de los recursos naturales. El turismo bien gestionado dentro de Áreas Naturales Protegidas es un buen ejemplo de este rol que tiene el turismo.

5. Educar: a los prestadores de servicios, a la población local, al turista. El turismo debe ser una herramienta no sólo para el disfrute del tiempo libre, sino para el conocimiento del lugar al que se visita, sus tradiciones y costumbres, y las cosas que pueden y no hacerse en el destino.

Sería ideal tener un modelo de turismo donde pudieran conjugarse todos estos aspectos, sin embargo, depende de las características y necesidades de cada sitio, es también el tipo de turismo que podemos realizar, aunque también es cierto que un sitio puede conjuntar varios “porqués”.

Lo más importante para un país, estado o destino, es aprender a balancear estos tipos de turismo, buscando siempre que los beneficios del mismo lleguen a todos y de esta forma, que realmente el turismo tenga una utilidad para el sitio donde se genera.

Si no, ¿para qué queremos turismo?