Un antimanual

El título resulta interesante, Como una novela; y digo esto pues desde él ya nos anuncia la paradoja, la ambivalencia.

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Así definen las palabras de la contraportada el libro que hoy compartimos tú y yo: “Antimanual de literatura”.

La obra, publicada por vez primera en el año de 1992, llevaba en 2006 unas once ediciones.

El título resulta interesante, Como una novela; y digo esto pues desde él ya nos anuncia la paradoja, la ambivalencia, el ser y no ser al mismo tiempo, la semejanza y diferencia que todo hecho contiene. No es una novela, no es una obra de ficción, ¿qué es entonces?, ¿por qué es únicamente como…?

Los editores señalan que es una obra insólita, un auténtico estímulo para la lectura, un verdadero fenómeno del mundo editorial francés de nuestros días, un monólogo desenfadado, de una alegría y entusiasmo contagiosos.

Daniel Pennac es el autor; profesor de enseñanza media superior, escritor de novelas, cautivador de un amplio público lector.

Él nos dice de esta su obra: “No es un libro de reflexión sobre la lectura, sino una tentativa de reconciliación con el libro”.

Y agrega que su objetivo es que el adolescente pierda el miedo a la lectura, que lea por placer estético, que se embarque en un libro como en una aventura personal y libremente elegida.

El libro está dividido en cuatro partes: 1) Nacimiento del Alquimista; 2) Hay que leer (El dogma); 3) Dar de leer; 4) El cómo se leerá (o los derechos imprescriptibles del lector).

Esta cuarta y última parte, está desarrollada en forma de un Decálogo, no de deberes sino de derechos, los derechos del lector.

Transcribo las primeras líneas de la obra: “El verbo leer no soporta el imperativo…(como)…el verbo amar…el verbo soñar…

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