Un hombre nos sonríe desde la portada, sus ojos rasgados se nos revelan profundos detrás de los lentes que utiliza, su sonrisa coincide con el recuadro que nos presenta su nombre y el de su obra.

Detrás de él podemos apreciar un paisaje de montañas y verdor, de cielo azul-violeta, y blancas nubes.

La edición y el prólogo están a cargo de Donald Mitchell, del grupo Oniro, dentro de la colección El viaje interior.

El libro está dividido en seis partes: La jornada del diálogo, La práctica de la meditación, El sendero del estado de calma, La vida espiritual, La guía espiritual, La consecución de la meta.

El título del libro: Consejos espirituales. Un puente entre el budismo y occidente. El nombre del autor: Dalai Lama.

En el prólogo se nos dice que en la década de los años setenta del pasado siglo tuvo lugar la primera reunión entre monjes cristianos y monjes budistas. De este primer encuentro se derivó la fundación de una organización denominada Diálogo interreligioso monástico.

Además de compartir creencias y experiencias espirituales, esta organización trabaja en temas relacionados con la salud, la educación, y las nuevas tecnologías.

Muchas de las conferencias y de las entrevistas que ha habido desde entonces, se han venido recopilando y publicando; como es el caso del libro sobre el que hoy hablamos.

En él, el Dalai Lama habla a los monjes cristianos y budistas, durante el Encuentro de Gethsemaní, en la Abadía de Thomas Merton, en Estados Unidos, y sus palabras giran en torno al concepto del diálogo de la interfe.

El Dalai Lama, Premio Nobel de la Paz, concluye el texto con estas palabras: “…valorar y respetar cualquier forma de práctica espiritual que ayude a crear mejores seres humanos y un mundo más feliz y pacífico”.