Se dice que hay bien común cuando un gobierno construye junto con la sociedad las condiciones económicas, sociales, políticas y culturales que permiten el desarrollo pleno de cada uno de los que formamos la comunidad. 

En concreto, el bien común de una ciudad lo constituyen no sólo las obras materiales sino también aquellas actividades que buscan el engrandecimiento del saber y del alma como es la cultura.

En un país con graves carencias económicas, a la cultura erróneamente se le dedican por parte de los gobernantes ínfimos esfuerzos y presupuestos.

Parafraseando una conocida canción, a la cultura le va lo de: “El presupuesto y el tiempo que te quede libre si te es posible dedícalo a mí”.

Por ello es de felicitar la realización por parte del actual Ayuntamiento de estas veladas de arte y cultura que nos presentarán a los meridanos bajo el título de “La noche blanca”. Espacio que añade al sano esparcimiento elementos para el cultivo de lo trascendente que es el alma humana.

Con escasos recursos, creatividad, dando espacio a los valores propios se construye un buen bien cultural que además puede ser carta de presentación.

Por cierto, los Ayuntamientos meridanos emanados de Acción Nacional se cuentan entre quienes más han realizado este tipo de eventos. Van desde los juegos florales de la administración 1991-1993, festivales de la ciudad, exposiciones, muestras de cine, etc.,  hasta la construcción de espacios especiales para la actividad como el propio Olimpo que hoy sirve de sede a una gran exposición.

Si acaso lo que ha faltado es la continuidad -tres años no son suficientes-  para posicionar a la ciudad como lo han hecho otros lugares famosos por este tipo de actividades. Pensar y actuar sobre ello sería un mayor acierto por parte de esta administración municipal que ahora invierte en una cultura al alcance de todos. ¡Enhorabuena!.