Una de piratas

De las pocas cosas que no hay en la Riviera Maya y que sirven de pretexto para disfrutar más de Cancún, son los cruceros nocturnos de varias horas...

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De las pocas cosas que no hay en la Riviera Maya y que sirven de pretexto para disfrutar más de Cancún, son los cruceros nocturnos de varias horas, con discos flotantes que con la magia de los Piratas del Caribe te hacen contemplar la zona hotelera desde el mar.

Tal vez como en ningún destino, la costa cancunense se ilumina cada noche con ¡cuatro embarcaciones! de este tipo, del español Capitán Hook -luciendo su experiencia de muchos años con tres réplicas de galeones- y el mexicano Jolly Roger -y su divertida carabela- con seis meses aquí, pero con todo un “cómo hacerlo”, aprendido por mucho tiempo en el Pacífico y el Mar de Cortés.

Poco antes de arreciar la temporada alta, embarcamos en el hotel Oasis Palm; la diversión empezó desde la bienvenida con el equipo de animación y el propio “Capitán Hook” nos llevó al VIP de la embarcación: un excelente servicio personalizado de barra libre, show continuo y cena gourmet nos hablaron de su prestigio.

De una muy bien montada cocina salió preparado al momento y al carbón, langosta, corte de carne, además de una abundante barra de ensaladas, después de haber disfrutado botanas y una bebida tras otra, mientras observamos en tierra firme a los imponentes RIU.

Pero la mejor parte está en las últimas horas: cuando en medio del mar se acercan los otros dos galeones de la compañía, uno de los cuales sale de Puerto Juárez, y el otro al igual que el nuestro, del Oasis, para armar una mega fiesta en la que piratas abordan y "luchan" con los de las naves contiguas, mientras los tripulantes agitan sus banderitas distintivas de cada embarcación.

Eso fue después de un espectáculo de ballet aéreo en lo más alto del barco, que dio un toque de distinción al paseo y, para variar, una cuarta embarcación -una lancha ambientada con fantasmas y calaveras- le dio un aire de divertido misterio.

Jolly Roger, que hoy presume de un primer lugar en Tripadvisor, nos recibió en plena temporada alta saliendo del embarcadero Playa Linda y nos sorprendió con su música, su espectáculo teatral y la voz tipo estudio hollywoodesco de doblaje, de su “pirata” borrachín “Billy”. El lujo al final son los juegos artificiales, muy al estilo de las noches de Acapulco.

Un servicio más masivo y generalizado, pero también con opciones de langosta, pescado y carnes, abundantes bebidas y un ambiente de seguridad. Unos baños decorados, como para tomarse fotos, un comedor hermoso, aunque con limitaciones en las cantidades de los alimentos. Y precios ligeramente inferiores a los de la otra marca, en promedio de algo más de mil pesos por persona. Niños gratis es otro de los atractivos en la oferta de las dos.

Este auge de los barcos piratas en Cancún, en un marco de competencia, muestra más oportunidades para este tipo de productos, que seguramente seguirán dando mucho de qué hablar al consolidar su atractivo en el multidestino.   Más en www.tvradioriviera.com.

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