La fusión de secretarías y organismos pertenecientes al gobierno del estado era algo necesario desde hace algún tiempo, sobre todo por aquellas dependencias que no representaban políticamente nada, pero sí un gasto corriente innecesario, por lo que la propuesta presentada al Congreso del estado para modificar la Ley Orgánica por el gobernador Roberto Borge Angulo, fue más que atinada. 

En su momento y de manera particular lo mencioné, yo no le veía el caso tener dos institutos que prácticamente veían lo mismo, como lo son el IPAE e INFOVIR; en el caso administrativo y gestor de recursos la SEPLADER era ya un organismo obsoleto cuyas funciones podrían haber sido absorbidas en su momento por la SINTRA, situacion que no sucedió y dentro de la iniciativa se propuso que sus atribuciones pasaran a manos de la Secretaria de Hacienda. 

Pero también hay que dejar claro que algunos organismos desaparecerán simplemente porque resultaron inoperantes además de ser una carga para el erario, como lo es la Comisión de Mejora Regulatoria, el Instituto del Mueble y la Comisión Estatal de Pueblos Indígenas, entre otras más. 

Lo que no se sabe es que pasará con el personal que labora en las instancias que sufrirán modificaciones, si serán reubicados, despedidos o formarán parte de la reserva como en los equipos de futbol. 

Una situacion real es que decenas de empresarios y servidores públicos que tenían negocios redondos con la renta de inmuebles para oficinas de gobierno se jalarán las greñas al ver que se ha acabado la minita de oro que prevaleció desde hace muchos años. 

Hay que mencionar que la decisión de fusionar  no fue tomada a la ligera por el ejecutivo del estado, sino que fue una propuesta consensada con su titular de Hacienda, Juan Pablo Guillermo, así como con especialistas en temas como la armonía económica y contable con el fin de tener finanzas sanas. 

Dicho análisis arrojó, como ya sabemos, un gasto excesivo e innecesario en dependencias que pudieron desde hace algún tiempo no existir. Este tipo de acciones hablan por sí solas: mano firme, ahorro de recursos, y reducción salarial es lo que ha ordenado el gobernador Roberto Borge para tener un Quintana Roo fuerte económicamente hablando.

Los rescatables

Como en la película “Los Indestructibles” cuyo reparto es de los mejores en la historia de Hollywood, así resulta para algunos la versión quintanarroense de “Los Rescatables”, que no son más que los diputados y alcaldes que están por culminar sus gestiones y donde más de uno se quedará como el chinito, solo mirando, o en pocas palabras sin chamba. 

En el Congreso local los que seguramente tendrán asegurado un espacio dentro del servicio público estatal o municipal son Manuel Aguilar Ortega, Alondra Herrera Pavón, Jorge Aguilar Cheluja, Melissa Verduzco Flores y Luis Torres Llanes. Los anteriores desde el inicio de la legislatura y ya en plena recta final han demostrado profesionalismo y pasión por el servicio público, además que saben a la perfección que la ciudadanía tiene altas expectativas de ellos. 

Los demás legisladores al haber tenido poco tiempo para poder darse a conocer, recordemos que la mayoría es suplente, pasaron por la legislatura actual como la canción de los ángeles negros, “debut y despedida” y los de oposición ni mencionarlos porque la mayoría fueron una papa, salvo un par que dio muestra de saber lo que es un legislador: Mauricio morales Beiza del PT y Alejandra Cárdenas Nájera del PRD.

En el caso de los ayuntamientos de entrada y ocupando el primer lugar en la lista de desempleados mencionaremos al actual alcalde capitalino, Carlos Mario Villanueva Tenorio, quien a causa de sus múltiples mentiras, escándalos y desafíos hacia el ejecutivo estatal lo han colocado en el baúl de los recuerdos. El único rescatable de los alcaldes salientes es Francisco Flota Medrano, quien entregará cuentas claras y finanzas sanas.