Una pensión para Marcos y el cardenal

El señor licenciado don Subcomandante quizá quisiera ofrecerle a los chicos del CNTE algunos cursos de sentido del humor para que no se azoten ahora que hay chayotes.

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Con la esperanza de que un día le organicen al Subcomanche Marcos una despedida como la Catémoc Blanco en el Azteca en un América vs. Jaguares, donde pueda explayarse en un discurso arjonesco, de esos que hacen shorar a la banda, creo que aún es tiempo de que antes de que le llegue la jubilación y se dedique a tejer pasamontañas, el personaje cierre su ciclo con bombo y platillo, a lo grande, y no termine como Catémoc, jugando en el Puebla. 

Sí, antes de que acabe sus días recordado como el Picaluga anticlimático del zapatismo, Marcos tendría que reinventarse para volver a ser el viejo héroe kalimanesco que era gentil con los niños, caballeroso con las mujeres e implacable con los canallas. Digo, si el PAN, que no se distingue por sus compromisos justicieros (remember la guardería ABC) fue capaz de denunciar ante la PGR al distinguido Cuauhtémoc Gutiérrez (lo que sea por joder a Mancera), el encapuchado puede al menos rescatar y llevarse a una clínica de desintoxicación a los Topo Gigios que tienen los ojos cuajados de perrillas de tanto vivir en la pornocracia sin INE. 

Sí eso no le anima, el Sup podría irse a hacer la guerrilla en Francia y desenmascarar a la ultraderecha de Le Pen (homofobia, chauvinismo, xenofobia y falda hasta el huesito) que gracias a personajes siniestros como Sarkozy y Hollande conforman la nueva potencia electoral gala. Algo así como que Serrano Limón gracias al voto de los mexicanos se convirtiera en el nuevo don Beltrone. Todo a fuerza de bravos diálogos con Durito como en Los miserables.

O el señor licenciado don Subcomandante quizá quisiera ofrecerle a los chicos del CNTE algunos cursos de sentido del humor para que no se azoten ahora que hay chayotes. Que les de tips para burlarse, por ejemplo, de la promesa de luchar contra el bullying por parte de Chuayffet, donde México es potencia Mundial. Algo que solo puede ser comparado con la frase de González Morfín en el sentido de que “en este momento el calderonismo es un mito”, como en su momento también fue mítica la pobreza según Pedro Aspe.

Digo, cómo se va a levantar el PIB —que no el PRI que está en pie de lucha por el carro completo, que no complejo— si su lema no es “La patria es primero” sino “¡Al abordaje!”. Como sea, Marcos no se nos puede ir sin recibir su pensión para adultos mayores como la que el sabio y sensible GDF le ha dado a ese gran necesitado, hombre humilde, gran luchador por las causas de los pobres que es el cardenal Norbeto Rivera. 

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