La sevicia con que se lincha a Rosario Robles por el tono y modo como habló a paupérrimos y por el anuncio de algo que no sucederá pudo quedar en la crítica severa… si ella se hubiera disculpado a tiempo y admitido que la regó.

Acertó con: “… quiero también aprovechar para decirles que no por tener muchos hijos van a tener más Oportunidades”, pero derrapó al afirmar que el programa “ya no va a beneficiar a las (madres) que tengan muchos hijos”, sino un máximo de tres.

Oportunidades, en realidad, no discrimina a nadie que esté por abajo de los niveles (subjetivos y desgarradores) de pobreza tolerable, y a los tres hijos del tope les garantiza comida y becas desde la primaria hasta la universidad. 

Robles lo aclaró ya, pero la canalla nacional está excitada: en el colmo del delirio y a instancias de legisladores del PAN, ¡cuyos gobiernos pusieron el tope de tres hijos!, la Comisión Permanente del Congreso de la Unión acordó pedir a la Conapred investigar por “discriminación” a una de las mujeres que más ha trabajado a favor de los jodidos.

En vísperas del 10 de mayo, ¡qué poca!