Urge la certificación de las policías

En cada administración se promete que la seguridad pública será prioridad...

|
Compartir noticia en twitter
Compartir noticia en facebook
Compartir noticia por whatsapp
Compartir noticia por Telegram
Compartir noticia en twitter
Compartir noticia en facebook
Compartir noticia por whatsapp
Compartir noticia por Telegram

En cada administración se promete que la seguridad pública será prioridad. La estrategia, dicen los encargados, será seleccionar a policías honestos y con capacidad probada para desempeñar las tareas más sensibles y aquellas que guardan relación directa con la ciudadanía. Nadie cumple como se debe.

Recientemente, Pedro Rayos Núñez y/o Guillermo Martínez Martínez, “El Mojón”, líder del Cártel del Golfo detenido en Cancún gracias a supuestas labores de inteligencia, reveló que su estructura criminal pagaba por completa protección a elementos de las Policías Judicial y Federal. ¿Quién falla? ¿Los corruptos o los corruptores?

En 2008 inició una evaluación con el fin de “limpiar” las Policías estatales y municipales, la cual se convirtió durante el 2010 en una campaña nacional de certificación cuyo primer “plazo fatal” fue el 3 de enero de 2013. Debido al atraso de los gobiernos estatales se pidió una prórroga hasta el 31 de octubre pasado, que tampoco se cumplió.

Semanas antes se supo que por un acuerdo común entre gobernadores, diputados, senadores y autoridades competentes de la Federación, se implementó una enmienda legal para aplazar un año más el proceso.

Cuando son públicos los casos de policías corruptos, muchos se preguntan por qué seguir aplazando un asunto que daría algún grado de seguridad. ¿Quién frena la certificación? ¿Qué argumentos expone? ¿Por qué?

Es hora de pedir cuentas no solo en los controles de confianza, sino en la evaluación del desempeño cada cierto periodo. Esto, desde el máximo jefe policial, hasta el agente con menos experiencia. Es el ciudadano quien debe exigir. Los gobiernos y sus autoridades tienen poca esperanza en atrapar criminales cuando el ciudadano prefiere callar.

El hábito de la denuncia debe consolidarse; antes, eso sí, los funcionarios deben  garantizar mecanismos para mantener la queja en secrecía y no la sepan policías al servicio de los malos. Ese círculo vicioso debe acabar y la tarea le compete a los gobernantes. ¿Cómo hacerlo? Procurando policías profesionales, bien pagados, que sean garantes del derecho, respetuosos de los procedimientos y que sean leales a las jerarquías. Para eso, la certificación es clave. Es urgente.

DESORBITADO…

A muchos aún no les pagan en Seguridad Pública de Cancún. Andan con el rostro desencajado no solo por la falta de dinero, sino por el cambio de jefes y directores de área, muchos de los cuales comenzaron a trabajar hace pocas semanas gracias a favores políticos y no por mérito o capacidad.

Por lo mismo, ven en la seguridad una ilusión. Antes, cientos de agentes están más preocupados por la comida que deben llevar a casa.

Lo más leído

skeleton





skeleton