V Tiempo: Santa Elena (5)

Las señoras elaboraron un tipo de silbato con el barro; además de aprender la técnica, lograron hacer sonar las piezas que hicieron.

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Otro segmento del proyecto general realizado en  Santa Elena, como hemos venido señalando, es la contribución que se concretó a partir de las vivencias primarias de Carlos Castaneira y de Ángel Gabriel Góngora Canul en la comunidad.

El primer encuentro se menciona como la reunión que inicialmente sostuvimos con los estudiantes para plantear y discutir los pormenores del proyecto, así como las razones del porqué en Santa Elena. Luego nos entrevistamos con el presidente municipal de Santa Elena para informarle de nuestra presencia en el poblado y la posibilidad de integrarse al proyecto.

Más tarde, doña Kiki se encargó de instalar a los muchachos en una casa con tres habitaciones y un baño, donde cupieron bien y todos estaban emocionados por convivir juntos por unos cuantos días. La primera tarea al parecer fue un poco difícil para los muchachos, ya que consistió en encontrar materiales para su programa y luego en la población tenían la tarea de ubicar a las señoras que trabajaban el barro, todo con ayuda de doña Kiki. 

También don Abel y don Ro’ fueron los guías que los llevaron a recolectar material en el campo a partir de las 5 de la mañana. A pesar de levantarse temprano no recolectaron el material pero sí recabaron información sobre los diferentes árboles que había en los alrededores; escuchar el canto de los pájaros les sirvió para reproducir el sonido en los silbatos de barro.

Otra labor fue la de reunirse con las mujeres que integraban el taller de barro para que mostraran el sitio donde laboran y su técnica. Pero entre los comentarios y la plática amena que se activó entre las mujeres también hablaron del proyecto de los jóvenes, el cual les gustó.

Durante la estancia, en las noches utilizaban la pared de la iglesia  para proyectar películas, esta forma de entretenerse fue muy interesante, ya que permitió  una mayor participación de todos los que integran el proyecto. 

Con las señoras que formaban parte del proyecto se dieron a la tarea de  elaborar un tipo de silbato con el barro que ellas tenían; además de aprender la técnica rápidamente, lograron hacer sonar las piezas que hicieron. 

En ese entonces, se dieron a la tarea de reunir todos los instrumentos que se elaboraron en barro para motivarlas viendo que pueden hacer instrumentos musicales. Este taller despertó el interés de las mujeres y una idea más amplia de todo lo que se puede hacer con el barro.

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