Vacación y muerte a la sombra de unos fulles
La más reciente cadena de accidentes carreteros que ha resultado en decenas de muertes no es una azarosa coincidencia ni mala suerte.
Tal vez lo primero que habrá que recordar en el texto de hoy es que es la industria del autotransporte una de las principales donadoras de los partidos políticos y de los políticos en México.
La más reciente cadena de accidentes carreteros que ha resultado en decenas de muertes no es una azarosa coincidencia ni mala suerte. Es el resultado de una norma oficial que en México permite mayores cargas y camiones de mayores dimensiones que en cualquier otro país de la OCDE.
Es más, en pocos países del mundo se permiten las dimensiones y pesos que se permiten en México. Eso sumado a que hace muchos años el Estado renunció a vigilar a los transportistas, a pesarlos y supervisarlos en las carreteras, andar en una carretera mexicana es un peligro de muerte.
La mejor manera de no solucionar un problema es crear una comisión.
El año pasado, después una cadena de accidentes mortales en carreteras, la Secretaría de Comunicaciones y Transportes instaló un “panel de expertos”. Los señores entregaron a finales de 2013 sus recomendaciones.
Nada que sorprendiera: hay que bajar el peso autorizado, las dimensiones, hay que prohibir ciertos materiales en cierto tipo de transporte, límites de velocidad, horarios de circulación para cierto tipo de transporte, mayor exigencia en las licencias… En fin: sensatos.
Lástima que no les han hecho mucho caso.
Apenas en marzo pasado fueron al Congreso, porque algunas de las recomendaciones implican cambios en la ley. Ahí les dijeron que sí como no, que estaban muy interesados, que al rato veían eso.
Así que mientras tanto, maneje con precaución.
A usted la autoridad lo ha abandonado. Estamos a merced de unos fulles.
¿Mencioné que la industria del autotransporte es una de las principales donadoras de los partidos políticos?
Twitter: @puigcarlos