Vagones literarios
La pequeña antología que hoy comparto contigo reúne un total de seis cuentos infantiles.
Durante los años noventa del siglo pasado la Editorial Alianza Cien y el Consejo Nacional para la Cultura y las Artes unieron sus esfuerzos en torno a una iniciativa cultural orientada al fomento de la lectura. Uno de los frutos de dicho proyecto fue una colección de antologías, cuyas características editoriales plasmadas en el formato pequeño de los libros se conoce coloquialmente como “de bolsillo”.
Quisiera detenerme en esa cualidad de “lo pequeño” para unir otros elementos de similar significado.
Hans Christian Andersen (1805-1875) es uno de los autores clásicos de la literatura infantil; la mayor parte de su creación artística estuvo enmarcada en los relatos cortos y en los cuentos para niños. Nuestro autor escribió también teatro, crónica, novela y poesía.
La pequeña antología que hoy comparto contigo reúne un total de seis cuentos infantiles, cuya suma apenas supera las sesenta páginas.
Los títulos de los cuentos nos hablan de princesas y guisantes, de emperadores y trajes, de fósforos y niñas, de zapatos rojos, de ruiseñores.
Probablemente el solo relato de las ideas contenidas en los títulos que acabo de parafrasear ha traído hasta ti el recuerdo de algunas de esas pequeñas historias; que quizá por su diminuta dimensión han podido permanecer almacenadas en nuestra memoria, llena de tantas cosas.
Los editores de la antología han escogido una de estas historias infantiles para ilustrar la portada: el dibujo de una niña sentada sobre un suelo de tierra, recargada en un muro, y vestida con ropa invernal; encima del dibujo se ha colocado la imagen fotográfica de tres fósforos.
La niña y los fósforos parecen esperar; al igual que lo hace el libro y sus cuentos.
¿Te animas a leerlos?