Vamos por el equilibrio
Al mismo tiempo que suceden cosas como la #LadyPioja, hay en México debates sobre el alcance de las reformas, que impactarán a todos los niveles y hasta los bolsillos de todos los ciudadanos.
“¡Triste época la nuestra! Es más fácil desintegrar un átomo que un prejuicio”, reza una frase célebre del físico Albert Einstein, aplicable a su época y a todos los tiempos, más ahora cuando lo que sucede en el mundo virtual está influyendo poderosamente en el llamado mundo real.
Ahora todos somos jueces, verdugos, pero también víctimas y potenciales blancos para el escarnio, pero el problema no para ahí, sino en la forma que se trivializa lo importante y se exalta lo banal.
Las pruebas de esta condición han existido desde siempre y con cada avance tecnológico en materia de información y comunicación se agudiza, y en ese plano como usuarios debemos de tomar una actitud más responsable.
Al mismo tiempo que suceden cosas como la #LadyPioja, hay en México debates sobre el alcance de las reformas, que impactarán a todos los niveles y hasta los bolsillos de todos los ciudadanos.
Estar enterados de lo banal es válido, pero lo es más estar conscientes de aquella información que puede ser decisiva en la vida de los mexicanos, quienes generalmente nos damos cuenta de la situación cuando vivimos las consecuencias.
Aprovechemos el boom de las herramientas digitales para alimentar nuestro criterio, nuestro conocimiento y también, por qué no, nuestro sentido del humor, pero todo en su justa dimensión.