Videgaray entierra la Seguridad Social Universal

Una lástima haber matado tan pronto la más atractiva propuesta del gobierno.

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“En México, más de la mitad de la población no tiene seguridad social. Esta situación es inaceptable en un Estado que tenga como objetivo central garantizar los derechos de su población. Por ello, uno de los grandes objetivos que nos debemos proponer es precisamente universalizar el acceso a la seguridad social.

“El sistema de Seguridad Social Universal (SSU) debe incluir cuatro elementos fundamentales: acceso efectivo a los servicios de salud, pensión para la vejez, seguro de desempleo y seguro de riesgos de trabajo. En este sentido, la condición de ciudadanía y no la participación en el mercado laboral debe ser el eje del nuevo sistema de seguridad social.”

Las citas son del libro México, la gran esperanza; de Enrique Peña Nieto. Capítulo V; sección IV: “El piso básico: la Seguridad Social Universal”.  

La propuesta de una SSU se volvió eje central en la campaña de Enrique Peña Nieto y más tarde se convirtió en los acuerdos uno, dos, tres cuatro y cinco del Pacto por México.

La propuesta era una de las más audaces de Peña Nieto.

La semana pasada, sin embargo, la firma del Acuerdo de Certidumbre Tributaria ha matado cualquier posibilidad de que esa promesa se haga realidad.

Al comprometerse a no proponer nuevos impuestos, no aumentar las tasas de los impuestos y no reducir o eliminar los beneficios fiscales ni las exenciones existentes, el gobierno no solo sacrifica una necesaria herramienta de política pública, sino que promete que la mediocre recaudación mexicana —con todo y lo avanzado con la reforma hacendaria del año pasado— seguirá siendo mediocre hasta final del sexenio.

Durante 2012, varios estudios realizados en centros de investigación y universidades calcularon el costo de la SSU alrededor de los cinco puntos del producto interno bruto; si descontamos lo que el gobierno ya gasta en esos rubros, la recaudación adicional tendría que andar alrededor de los 3.5 puntos del PIB.

Sin nuevos impuestos, nuevas tasas o nuevas tarifas será imposible.

Una lástima haber matado tan pronto la más atractiva propuesta del gobierno.

Si el acuerdo fue una manera de compensar a los empresarios por la reforma hacendaria del año pasado, habrá salido más caro el caldo que las albóndigas.

[email protected]

Twitter: @puigcarlos

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