Videgaray ofrece el caramelo más dulce y más caro

El secretario de Hacienda dijo que el proyecto más ambicioso del gobierno, la construcción de un Sistema de Seguridad Social Universal (SSU), comenzará en este otoño junto con la propuesta de reforma Hacendaria.

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No sería un lunes sencillo para el gobierno de Enrique Peña Nieto.

A las malas noticias de la violencia michoacana del fin de semana se uniría el anuncio del Coneval de que el porcentaje de pobres en México sigue estancado como desde hace décadas —alrededor de 45 por ciento de la población— y en números absolutos 53 millones de mexicanos, el número más alto de la historia.

Las notas del Momento mexicano se han convertido en las de la súbita inexistencia del Momento mexicano. PAN y PRD insisten en una reforma electoral/política, antes de siquiera comenzar a discutir las económicas. 

Será por todo eso que ayer Luis Videgaray confirmó algo que de alguna manera se sabía, pero no con fecha y circunstancia. El secretario de Hacienda dijo que el proyecto más ambicioso del gobierno, la construcción de un Sistema de Seguridad Social Universal (SSU), comenzará en este otoño junto con la propuesta de reforma Hacendaria.

Así se lee en el boletín: “…la iniciativa que se presentará, en el contexto de la reforma hacendaria, para crear un Sistema de Seguridad Social Universal, que permitirá de manera generalizada dar los mínimos de bienestar en materia de pensiones, cobertura de salud e incluir por primera vez de manera generalizada un seguro de desempleo”.

Es una propuesta de campaña de Peña Nieto incluida en el Pacto por México. Es tal vez la más complicada técnicamente, y la más cara. Dar pensión, salud y seguro de desempleo a todos los mexicanos por el simple hecho de serlo, sin importar la condición laboral, implica, al menos, unos seis puntos del PIB —varios expertos han hecho sus cálculos, pero por ahí ronda ese gasto—. Muchos miles de millones de pesos al año que hoy no se recaudan, que no están en las arcas, pues.

Es también la única manera cierta para incidir con rapidez y eficiencia en los niveles de pobreza de los mexicanos. Es, tal vez, la discusión más seria que puede tener el Congreso este año. La reforma hacendaria pedirá más impuestos, pero ofrecerá el SSU; el problema es que hoy, si uno escucha a los actores políticos relevantes, parece tan lejana como hace un año y medio, cuando Peña la ofreció en campaña. 

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