¡Viene el lobo, viene el lobo…!

Por sui géneris, “provisional” y explicable que sea la relación establecida por la Federación con estos grupos, lo deplorable del caso es que las autodefensas parezcan ser las heroínas de la película michoacana.

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Tanto se ha dejado estirar la liga en Michoacán que el comisionado federal, Alfredo Castillo, tuvo que hacer ayer una temeraria advertencia a las autodefensas:

“… personas que se movilicen sin la presencia de la autoridad van a ser detenidas…”.

El apercibimiento lo hizo, dijo, “para evitar cualquier tipo de confusión, lo que vamos a hacer es estar alertas, independientemente de que ya se (les) avisó y el mensaje ha sido muy claro”.

La advertencia es arriesgada porque, con excepción de su frenada marcha de ayer sobre Morelia, esos paramilitares “buenos”, por supuesto armados hasta los dientes, han venido (¡desde hace un año!) brotando, creciendo, reproduciéndose y desplazándose por donde han querido sin que nadie los moleste.

Por sui géneris, “provisional” y explicable que sea la relación establecida por la Federación con estos grupos, lo deplorable del caso es que las autodefensas parezcan ser las heroínas de la película michoacana, como si Ejército, Policía Federal y las demás instituciones del Estado fueran… sus comparsas.

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