Violencia, enemigo social número uno

Hoy la mujer se enfrenta a un enemigo que las más de las veces se encuentra en su propio hogar: la violencia en sus diversas formas: psicológica, patrimonial, económica, física y sexual.

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A cien años de distancia el empoderamiento de la mujer para participar plenamente de sus derechos civiles, políticos y sociales, partiendo del Primer Congreso Feminista, ha registrado avances positivos, aunque falta mucho por hacer.

El pasado día 13 se cumplieron 100 años de dicho Congreso, por la participación femenina en la vida política del país y de Yucatán.

La historia ha registrado fehacientemente los esfuerzos de las mujeres por la consecución de sus derechos y el consecuente avance en algunos campos.

Hoy la mujer se enfrenta a un enemigo que las más de las veces se encuentra en su propio hogar: la violencia en sus diversas formas: psicológica, patrimonial, económica, física y sexual.

El pasado día 20, conjuntamente con la CNDH, realizamos en la Universidad de Oriente, Valladolid, el Conversatorio “Los Derechos Humanos del Pueblo Maya, sus Problemáticas y Propuestas de Solución”, en el que tuvimos la oportunidad de escuchar de viva voz, entre otros muchos problemas que aquejan a nuestros hermanos mayas, la problemática a que se enfrentan las mujeres en cuanto a violencia obstétrica, que lleva sufrimiento, dolor y, a veces, muerte.

Un primer obstáculo es el lenguaje, el personal de las instituciones de salud pública rara vez habla nuestro idioma originario, la lengua maya, y no permite que las parteras, que lo hablan, auxilien a la parturienta, quien a veces, por malos entendidos, es enviada a su casa a seguir sufriendo o por falta de personal no recibe atención oportunamente.

Tema toral resulta la destructiva “violencia familiar”, presente en hogares y vigente en todos los estratos socioeconómicos. 
Si queremos ejercer nuestro derecho a una vida libre de violencia empecemos asumiendo nuestra responsabilidad de no generarla en nuestros hogares. 

Eduquemos para la paz.

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