Voces caribeñas en Yucatán, III

La relación de voces de origen caribeño que penetraron y forman parte del español peninsular es grande...

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La relación de voces de origen caribeño que penetraron y forman parte del español peninsular es grande. De Cuba nos llegaron, vía españoles que radicaron en la isla, y después de los mismos inmigrantes cubanos nativos que vinieron a la península yucateca a partir del siglo XIX. Aunque desde épocas antiguas ya se habían infiltrado voces del Caribe a través del contacto que los mayas peninsulares tenían con grupos navegantes de origen arahuaco, como los taínos. Así, por ejemplo, cocuyo, guaya y canistel, por sólo citar tres, fueron adoptadas y adaptadas fonéticamente a la lengua maya como kóokay, wayúum y k’aniste’

El español hablado en el Caribe se nutrió de voces africanas usadas por los esclavos, importados ante la rápida extinción de la población nativa que no soportó la dureza del trabajo y las penalidades impuestas por el invasor. Pero también pasó por varias décadas de fuerte presencia de anglicismos, provenientes de Estados Unidos y que nos llegaron de Cuba a través de los deportes.

Además de las ya citadas, otra voz es cócora, que en Yucatán, al igual que en Cuba, es incomodidad, inquietud, comezón imaginaria. Quizá se originó en el verbo encocorar (crispar, exasperar, irritar): “Me da cócora verlo todo el día sin hacer nada”.

Otras voces sustantivas de origen cubano son arrimo: derecho establecido en favor de un colindante para apoyar su edificación en pared ajena medianera o en un muro de otro predio. “Le di arrimo al vecino”. Se prefiere usar candela por fuego o lumbre, aunque su uso no es exclusivo, si muy común en el medio rural yucateco: ¿Ya encendiste la candela?, por prender el carbón o la leña. Pasaje es la entrada o callejón, generalmente comercial, que da salida a casas comprendidas dentro de una misma manzana: Pasaje de la Revolución, Pasaje Camino Real. 

Otra voz caribeña es quimbomba, juguete hecho de palo (10 cm) con los extremos aguzados, que sirve para jugar como pelota. Deriva de quimbombó (Abelmoschus esculentus), planta común en Cuba, nativa de Africa, cuyo fruto, comestible y medicinal, es alargado, casi cilíndrico con los extremos puntiagudos.

Al igual que en Puerto Rico y Cuba, relajear es armar algazara o desorden, causar barullo, hacer burla de una persona o cosa; fajarse en las Canarias y Cuba, al igual que en Yucatán es pelearse a puñetazos; fletar es alquilar un medio de transporte, para llevar mercancías o pasajeros de un lugar a otro; y templar es realizar el coito.

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