Voces nahuas en el español yucateco (3)

La voz Tamal (tamalli) se adoptó a la fonética maya como táamali’. El Diccionario Maya Cordemex la define como torta de masa con carne en su interior, en hoja de maíz o plátano, cocida al vapor.

|
Compartir noticia en twitter
Compartir noticia en facebook
Compartir noticia por whatsapp
Compartir noticia por Telegram
Compartir noticia en twitter
Compartir noticia en facebook
Compartir noticia por whatsapp
Compartir noticia por Telegram

Como ya he señalado, los vocablos nahuas del Altiplano Central son escasos en el español regional. Además de los ya aceptados formalmente en el español estándar como pozole (potsolli), elote (élotl), tuza (tuzan), huacal (huacalli), aguacate (ahuácatl), atole (atolli), comal (comalli), achiote (achiyotl), milpa (milli, sembradío, –pa, sufijo locativo); pochote (póchotl), nance (nantzin), cabeza o chola (choya), existen otras voces que llegaron al español, a través del maya, en el periodo colonial, como macehual o indígena de esta tierra (macehualli) e hipil (huipilli).

Otros ejemplos serían tamal (tamalli), esta voz se adoptó a la fonética maya como táamali’. El Diccionario Maya Cordemex la define como torta de masa con carne en su interior, en hoja de maíz o plátano, cocida al vapor. La voz tatich procede del náhuatl tata, padre, y el sufijo maya –ich, cacique o reyezuelo.

Otra palabra de origen nahua empleada en Yucatán es machote y no tiene nada que ver con macho (animal del sexo masculino), deriva de machíol, modelo, prototipo, formulario con espacios en blanco para rellenar. También tiene la acepción de “borrador de un escrito que se toma como modelo”. 

Quesquémel es una voz que deriva de quexquémel (de quechtli, cuello, y quémitl, camisa o vestido). Prenda de vestir femenina para protegerse del frío que consiste en un tejido cuadrado de algodón o estambre con una abertura en el centro, por la que se introduce la cabeza, y se dejan caer los ángulos sobre la espalda, pecho y brazos. Esta prenda, y por lo consiguiente la palabra, cayó en desuso en Yucatán hace ya varias décadas.

El verbo chotear procede de xochtía, hacer reír, hacer burla o mofarse de alguna persona o cosa: “Me estuvo choteando el color de mi sombrero”. Chotearse, por tanto, es perder importancia por exceso de exhibición: un vestido muy choteado.

Apachurrar proviene de patzoa y es la acción y efecto de apretar, aplastar o magullar sin despedazar. En el español regional se usa la locución hacer puch’.

La voz ahulado (del olli o ulli, goma elástica o resina) se refiere a una especie de tela impermeable de canevá recubierto con hule o goma elástica. Usado como mantel para decorar y proteger mesas y otras superficies: “Ponle el ahulado a la mesa”.

Lo más leído

skeleton





skeleton