Votando se construye patria

Hay que salir a votar, que retumbe el grito silencioso del voto aquí y fuera de aquí. Así se hace patria. Hasta el Peje lo dice.

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Hemos estado edificando durante decenios un sistema democrático, que aún está lejos de ser lo que quisiéremos, pero que, con todos sus defectos, funciona y avanza.

Los partidos políticos, aunque se han convertido en cotos de privilegiadas burocracias que se aferran a prebendas y al millonario presupuesto, permiten las expresiones por vías pacíficas de las diversas  corrientes ideológicas y que se conformen autoridades que gobiernan y mantienen el orden –precario algunas veces-; los órganos rectores de las elecciones, desde el que las organiza hasta el que las sanciona, operan con más o menos eficacia, y los ciudadanos que en número de millones vigilan el día de las elecciones pueden ejercer su importante función ciudadana en paz y tranquilidad, excepción hecha de algunos sitios.

Pero resulta que vienen unos mafiosos de peor catadura que los sicilianos y calabreses, de mala entraña y peores intenciones, llamados por ellos mismos maestros y pagados como tales por la SEP y maiceados por Gobernación, cuyo violento proceder se alimenta de la parsimonia, cuando no de la debilidad, del gobierno  y anuncian que van a impedir a toda costa las elecciones en todo el país; y a ellos se suman bienintencionados luchadores sociales como el poeta Sicilia que pide “abstenerse de votar, anular el voto o romperlo en la casilla” en protesta “contra las partidocracias que han dejado destruido al Estado”.

Ante eso uno se pregunta: ¿Vale un bilimbique la sangre derramada en este arduo construir la patria? ¿La cívica terquedad de demócratas ingenuos, que en cada elección van a manifestar su voluntad en una casilla carece de sentido y de valor? Creo que esos millones de constructores anónimos del México que hoy vivimos, que son pacientes y amorosos ciudadanos, no merecen que quienes se dicen promotores de justicia los traicionen y llamen a tirar por la borda la única ocasión que tienen de ejercer  su poder. Hay que salir a votar, que retumbe el grito silencioso del voto aquí y fuera de aquí. Así se hace patria. Hasta el Peje lo dice.

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