De wask’opes y chuchulucos

El vocablo wask’op aparece en las fuentes del maya yucateco moderno y el primero en citarlo en 1949 es Ermilo Solís Alcalá en su Diccionario Español-Maya.

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Desde el momento de la invasión española a la Península de Yucatán, infinidad de voces mayas fueron trasladadas al español por necesidad; otras se asimilaron y adaptaron a la fonética y grafía españolas; incluso se han seguido y se siguen adaptando.

Por ejemplo wask’op es una expresión derivada del maya waas, nombre de una bignoniácea, variedad de jícara, Crescentia cujete, y k’oop, golpear, golpe seco y contundente que se da con el puño cerrado o con algún objeto compacto.

Pescozón que se da con los nudillos de los dedos en la cabeza de alguien: Leti’e’ tu wáas k’optaj u yíits’in, (Le dio un wask’op a su hermanito).

El vocablo wask’op aparece en las fuentes del maya yucateco moderno y el primero en citarlo en 1949 es Ermilo Solís Alcalá en su Diccionario Español-Maya. 

En las fuentes más antiguas aparece la expresión k’oop pool para golpe dado con los nudillos en la cabeza: Tu sen k’optaj u pool le óotsil paalo’ (Le dio muchos pescozones al pobre chiquito). No es común usar coscorrón como en el centro del país.

Después de wask’op, la voz más usada por el yucateco es pescozón. De igual forma se emplea wask’op como adaptación de la aplicación de mensajería sin paga denominada WhatsApp: ¿Tienes wask’op?

Como efecto del golpe dado con los nudillos puede formarse un chuchuluco en el cuero de la cabeza, que no produce sangre pero duele, conocido en otras regiones como chichón o chipote. Don Jesús Amaro dice que chuchuluco es probable mayismo derivado de chuup, reduplicado, chupchup, muy hinchado, y luuch, jícara; puesto que en la jícara del cráneo es donde se produce el chuchuluco por distensión del cuero cabelludo debido a un hematoma, determinado por un traumatismo severo: un palo, trancazo, pedrada o pescozón. 

Aunque lo más probable es que venga de chu’uchum, tumor, absceso o postema, más el sufijo español –uco, usado para formar despectivos; y de ésta chu’uchu’ul, leño o madero con nudos o protuberancias. 

Una forma muy yucateca de curar un chuchuluco es ungiéndolo con el jugo de la naranja agria (Citrus aurantium). El líquido de este cítrico es capaz de disipar la sangre que se ha acumulado en el área lesionada; además de aliviar el dolor punzante.

En el centro del país, chuchulucos son dulces, botanas, juguetitos o cosas sencillas. En el Estado de México, chuchuluco es un tamal de frijol. En otras regiones chuchuluco es un peluquín o bisoñé. Ninguna de las cuatro acepciones aparece en el DRAE.

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