Con la noticia de que los cigarrillos electrónicos que se expendían en Mérida y el resto del país ya están fuera del mercado por disposición de la Cofepris, ya que no se tiene la evidencia científica para probar que es una alternativa médica para dejar de fumar, los cigarros avalados por las autoridades sanitarias, los cuales contienen sustancias dañinas, que ocasionan miles de muertes al año por cáncer de pulmón, entre otras enfermedades, se mantienen como una industria poderosa en todo el mundo.

Qué discrepancia entre lo que se hace para evitar los riesgos para la salud y lo que existe en realidad, tomando en cuenta que el tabaco es la droga legal en la que se inician las personas para después caer en otras adicciones.

Y cada año se lanzan campañas millonarias de prevención de su consumo. En otros países poner pictogramas en las cajetillas para mostrar las consecuencias que genera el fumar ha ayudado a reducir este hábito, pero en México el mercado sigue intacto, aun cuando el precio ha escalado.

Además de que el mercado ilegal provee cada vez de más opciones para que los consumidores tengan su dosis de nicotina necesaria. En fin, el 31 de mayo no creo que sea un “Día mundial sin tabaco” en muchos años, pero los cigarrillos electrónicos para dejar de fumar ya no se venden más.