¿Y el gran arsenal?
Las armas de las autodefensas registradas hacia las tres de la tarde del lunes sumaban tristes 490 y en el resto del día, quizás, unas 300 más.
Ayer comenzó la cuenta regresiva de los grupos de autodefensa en Michoacán.
Centenares y centenares (entre “15 y 20 mil efectivos”, han dicho sus dirigentes) de civiles que se han exhibido portando escopetas, pistolas, rifles de uso exclusivo de las fuerzas armadas, cuernos de chivo y hasta lanzagranadas, tienen como límite el 10 de mayo para deponer (así sea guardándolas) sus armas.
Por lo pronto, el número que había sido registrado hacia las tres de la tarde ante la Secretaría de la Defensa Nacional (según reportó el comisionado Alfredo Castillo) sumaba tristes 490 armas y en el resto del día, quizás, unas 300 más.
Los autodefensas presentaron las que quisieron; personal oficial las disparó y aseguró los casquillos y ojivas para que, junto con los datos personales de sus propietarios (incluidos copia del acta de nacimiento, CURP y comprobante de domicilio) se integre una tan explicable como imprescindible base de datos.
Algo es algo, dicen que dijo el diablo (y que volvió infierno Michoacán), pero la incógnita sigue siendo el arsenal…