¿Y la operación cicatriz?
La guerra negra o sucia, entre los candidatos a puestos de elección durante el proceso electoral...
La guerra negra o sucia, entre los candidatos a puestos de elección durante el proceso electoral del pasado 5 de junio, dejó odio y heridas que difícilmente sanarán con el tiempo.
Los candidatos fueron acusados de todo: desde sus tendencias sexuales, su vida de alcoba, sus negocios personales, lo que se robaron, sus lazos con el narcotráfico su historia criminal e infinidad de hechos ciertos o falsos.
Esas acusaciones fueron motivo suficiente para que de inmediato toda esa información en manos del Ministerio Público federal iniciara las averiguaciones previas sobre la veracidad de los hechos. No dejarlo a la deriva y llegar al fondo. Si no es cierto, entonces el acusador sea objeto de una demanda civil, ya que se configura una calumnia que provoque un daño moral.
Una de las promesas de campaña recurrentes, que dejó una huella en el colectivo electoral, fue el meter a la cárcel a todo aquel que incurrió en actos de corrupción.
El castigo al corrupto es quitarle el poder y sustituirlo por cualquiera que se compromete a meterlos a la cárcel. Ante la impunidad, la venganza.
Sin embargo, esta promesa de campaña no es nueva. He escuchado a decenas de políticos que hacen el compromiso y no lo cumplen.
La misma historia de promesas incumplidas en torno a la impunidad, refieren a Jaime Rodríguez, alias El Bronco, en Nuevo León, contra Rodrigo Medina.
En estas elecciones pasara lo mismo. Ahora la clase política, quiere curarse en salud, aunque debajo de la piel existan costras de mugre y miseria.
A diferencia del año pasado, en éste proceso, está en juego la sucesión presidencial del 2018.
Por el ejemplo Eruviel Ávila, gobernador del Estado de México, cumplió su promesa de ejecutar la orden de presentación en contra del empresario Emir Garduño, conocido como #LordRollsRoyce con tal de curarse en salud
La operación “cicatriz” para el tricolor tras la derrota del pasado 5 de junio debe de hacerse.
Los priistas deben llegar fortalecidos a la campaña del 2018, porque si no lo hacen, la catástrofe puede extenderse hasta el grado de perder la presidencia de la república.
Deben mantenerse unidos para llegar fortalecidos a la contienda electoral del 2018, deben de redoblar esfuerzos y de seguir ofreciendo a millones de un proyecto sólido que les genere progreso y desarrollo pero sobre todo deben de reconocer los excesos y lo errores del pasado que los han llevado a la derrota.
Recuerden, al pueblo pan y circo y si no hay pan, más circo. Esta era una estrategia de los emperadores romanos. Darle a sus gobernados, en momentos de crisis, luchas de gladiadores quienes con sus vidas calmaban la sed de justicia. Todo un espectáculo donde los césares eran vitoreados.
El estómago de los romanos los regresaba a la realidad. De esa manera muchos emperadores fueron derribados y sus nombres en la historia están manchados indeleblemente por la venganza de sus gobernados.