Y llegó el día

El deporte más popular del mundo inaugura este jueves un Mundial más, por segunda ocasión en Brasil.

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Por fin llegó el día que millones de personas esperaban, con excepción del ignorante y retrógrado Carlos Vela, el quintanarroense que triunfa en el fútbol español con la Real Sociedad de San Sebastián (la parte vasca de los terrenos que el próximo ex Rey Juan Carlos creía eran suyos) y que, según él, no disfruta del balompié. “Acaba el partido y me desconecto del fútbol, es mi trabajo, no es mi pasión”, ha dicho en reiteradas ocasiones el de la sonrisa estúpida que se negó a vestir la playera nacional.

Pero ese es el rollo de Vela. El deporte más popular del mundo inaugura este jueves un  Mundial más, por segunda ocasión en Brasil (la primera, el “Maracanazo” de 1950), y con ello surgen otra vez las esperanzas de lo que pueda realizar la escuadra que dirige el popular y mal hablado Miguel “Piojo” Herrera.

En realidad, el panorama no pinta muy claro para los “ratoncitos verdes”. Mañana debutan ante unos “Leones Indomables” de Camerún que son una verdadera olla de grillos, comandados por su líder Samuel Eto’o, un veterano pero experimentado jugador que ha brillado con sus letales goles en los mejores equipos del orbe (Barcelona, Inter de Milan y Chelsea; sólo le falta el “Furenh de Seyé”).

Posteriormente se enfrentarán al quizá máximo favorito para ganar la justa peloteril, Brasil. Ciertamente, México se coronó campeón olímpico en el deporte de las patadas, en Londres 2012, superando claramente a la escuadra amazónica para culminar algo inédito en el deporte nacional.

Pero eso fue hace dos años. Y eran olímpicos acompañados de tres jugadores de mayor edad y experimentados.

Ahora, Brasil va con sus mejores figuras, presididas por el horrible Neymar, a quien, en particular, su servidor le augura un fracaso deportivo. Quizá surjan otros futbolistas que saquen la cara. México, en cambio, trae a lo “menos pior” del torneo casero y del extranjero donde algunos sacan buenos resultados.

Y para finalizar la etapa de grupos, México se enfrenta a los siempre impredecibles croatas, los cuales juegan excelente un torneo y, cuatro años después, son más decepcionantes que la política económica del secretario de Hacienda, Luis Videgaray, y en el ámbito local, la chamba que ejerce la todavía presidenta del Ipepac, María Elena Achach Asaf, siempre pendiente de tirarle suculentas “mordidas” al presupuesto de ese organismo electoral para comprarse, por ejemplo, lentes para sol de 4 mil y pico de pesos.

PRIMERA CAIDA.- Ojalá me tapen la boca los seleccionados “piojosos” y traten de conseguir, mínimo, cuatro puntitos para clasificar a la siguiente ronda. O sea, hablamos de un empate (Croacia), un triunfo (Camerún) y una derrota (Brasil).

SEGUNDA CAIDA.- En caso de que arranquen con un empate ante los africanos, o peor, una derrota, entonces la situación se complicará al grado de que al “Piojo” Herrera ya no podrá defenderlo, vía redes sociales, su adorada hijita “Lady Pioja”.

TERCERA CAIDA.- Ante Brasil, ni piensen en milagros. Los ahijados de Pelé ganan porque ganan, aunque sea con ayuda del árbitro.

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