Yucatecos asesinados fuera del Estado (1)

Las situaciones en las que perdieron la vida los coterráneos son poco comunes. Conoce el caso del ginecólogo Fidel Francisco Sáenz Laviada.

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En las últimas semanas tres yucatecos fueron asesinados fuera del Estado, una situación trágica poco común. Cierto que la violencia en el país ha crecido en forma superlativa, pero parecía que éramos ajenos a todo eso. Sin embargo, el malévolo brazo del crimen ya se ha extendido tanto que ahora le ha tocado ser víctimas a conocidos ciudadanos de estas tierras.

El primer caso de esta mortal seguidilla de crímenes fue el del ginecólogo Fidel Francisco Sáenz Laviada, asesinado en Guadalajara al parecer el 9 de septiembre pasado. El médico, quien tenía su consultorio en la Clínica de Mérida, fue víctima de una amante y el esposo de ésta. 

Todo parece indicar que el asesinato del Dr. Sáenz se debió a que la mujer, Virginia Guadalupe Anaya Guzmán, de 40 años y originaria de Tapachula, Chiapas, y a la que conoció en reciente congreso médico en la Perla Tapatía -era promotora de ventas de equipos médicos-, le estaba exigiendo más dinero del que el galeno le proporcionaba como ayuda por sus favores sexuales.

Cansado de esa situación, Fidel Francisco, estando en el domicilio de la mujer en Zapopan, decidió cortar la relación, lo que derivó en una discusión que acabó con el asesinato del facultativo por parte de Virginia y su joven esposo, el enfermero Miguel Bañuelos Villa, de 28 años. Lo mataron a golpes para luego arrojar el cadáver en una calle poco transitada, donde sería hallado por las autoridades de Jalisco. Los criminales despojaron al profesionista de 70 mil pesos, celular, reloj y tarjetas de crédito.

No fue muy complicado resolver este homicidio, porque compañeros médicos del Dr. Sáenz informaron a las autoridades los datos de la fémina con la que el ginecólogo tenía un romance, y tras verificar el nombre y huellas halladas en la bolsa de plástico en la que fue envuelto el cadáver, se puso saber que “Vicky”, como se le conocía, estaba involucrada en este sonado crimen. Sus datos aparecían en Plataforma México, pues tenía antecedentes penales. Como colofón, cabe mencionar que mantener una  relación a escondidas, con una persona de dudosa reputación, y meterse en “la boca del lobo” puede resultar fatal, como le ocurrió al Dr. Sáenz.

En nuestra siguiente entrega haremos mención de los casos de otro médico yucateco asesinado en Guadalajara y el de un restaurantero originario de Tekantó, en la Ciudad de México.

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