Ya vamos a la mitad del receso escolar y todavía no se advierte por dónde pueda resolverse el efecto negativo que los plantones y bloqueos de la CNTE hacen a la economía nacional y a los pobladores de Oaxaca, Chiapas, Guerrero, Michoacán y la Ciudad de México. Las voces de la sociedad civil y de la iniciativa privada se han pronunciado hasta el hartazgo denunciando los agravios del movimiento “magisterial”; sin embargo, el Gobierno Federal, en vez de aplicar la justicia expeditamente como lo hace en otras situaciones, ha cedido su autoridad ante el chantaje político de manera inexplicable.

Ha quedado al descubierto que, detrás de la figura de los maestros, operan partidos políticos, intereses de grupos particulares y toda la gama de la delincuencia organizada y traficantes de drogas que usted se pudiera imaginar y es por eso que los mecanismos de solución se traban en las mesas de negociación. El problema ya rebasó los tiempos y se ha salido de cauce, a tal grado que el presidente Peña Nieto y sus secretarios de Gobernación y Educación fueron demandados ante el Poder Judicial de la Federación por la Coparmex que exige el uso de toda la fuerza pública contra la CNTE.

Los enojados empresarios, con toda razón, amenazaron con dejar de pagar impuestos ante Hacienda, manifestando cero ingresos, igualmente se niegan a pagar las cuotas patronales al IMSS y las del Infonavit, pero a cambio recibieron el rechazo del PRI que les recordó que pagar impuestos es una obligación; en fin, qué podían esperar del partido en el poder. El PAN de manera más diplomática les expresó su apoyo moral, pero también les dijo que debían cumplir sus obligaciones fiscales; una sobadita política se dejó ver de parte del PRD cuando les dijo paguen y buscaremos estímulos fiscales para sus negocios. Al final, nadie se puso en sus zapatos para comprender la magnitud del problema. Para rematar, el IMSS les advirtió tajantemente que no condonará el pago de cuotas a ningún empresario. Lo asombroso es que, en Oaxaca, los comerciantes anunciaron una huelga contra los maestros, es decir, una huelga contra la huelga.

Lo nuevo es que el Consejo de la Judicatura ordenó retirar un plantón de maestros frente a Bucareli, algo que tampoco ocurrió, pues parecía estar bloqueada por la Policía Federal y no por la CNTE. Modificar la ley punitiva es la única solución al conflicto magisterial.