Zara, en la economía bipolar

Los cuerpos directivos de las empresas exitosas las hacen funcionar bajo premisas de mercado

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Uno de los fenómenos más patentes, pero poco documentados en este año es la economía de contrastes que estamos viviendo, y que se caracteriza por una dualidad cada día más aparente: a las empresas les va bien, y a las economías nacionales les va mal.

Hay matices; hay proporciones, pero se observa el fenómeno por doquier. Estados Unidos, por ejemplo, está plagado de empresas con mucho efectivo que viven dentro de una economía que sigue viviendo bajo los estímulos de la Fed.

Un caso icónico de este fenómeno se vivió ayer en España, cuando la empresa Inditex —propietaria de las marcas de ropa Zara, Massimo Dutti, Bershka y Uterqüe, entre otras— dio a conocer que este año va acumulando un crecimiento de 17 por ciento en ventas y de 25 por ciento en su margen operativo EBITDA. Gigante.

¿Cómo es posible lo anterior? ¿Qué explica que una empresa española pueda crecer a este ritmo en 2012, mientras hemos escuchado a lo largo de estos meses que España vive en recesión, que tiene una de las tasas de desempleo más preocupantes, y que no sabe cómo salir de su crisis a cabalidad?

La respuesta es una cruel realidad: las empresas competitivas tienen estándares de gestión profesionales, mientras los gobiernos operan bajo lógicas asistencialistas ante sus “clientes” (los ciudadanos).

Los cuerpos directivos de las empresas exitosas las hacen funcionar bajo premisas de mercado, lo que les obliga a competir, a innovar y a meter el acelerador para crecer aún en situaciones recesivas. Por el contrario, los gobiernos son reactivos, y no tienen capacidad de respuesta inmediata por las excesivas reglas —muchas de ellas basadas en la desconfianza— con las que tienen que operar.

El caso de Zara (Inditex) en esta economía global bipolar es representativo, sí, pero también lo vemos en otras naciones. Ahí está el grupo Volkswagen creciendo en ventas 24 por ciento en lo que va del año, mientras la economía alemana crecerá 0.8 por ciento este año.

Y en Estados Unidos ocurre también este fenómeno. Por citar un ejemplo: la firma de tecnología EMC reportó un crecimiento en ventas de seis por ciento y en flujo operativo de 16 por ciento, mientras la economía estadunidense crece a una lánguida tasa.

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