Adrián B./Gustavo V./SIPSE
PLAYA DEL CARMEN, Q. Roo.- A bordo de 36 canoas, un grupo de 365 hombres y mujeres recrearon el viaje de agradecimientos que la civilización maya hacía a la Diosa Ixchel cada año, partieron de la antigua Polé y llegaron a Kuzamil.

El recorrido ancestral de la travesía sagrada maya era para agradecer las bendiciones recibidas, la salida fue al alba luego de recibir las bendiciones de los oráculos en los adoratorios de Polé, para recorrer los 31 kilómetros y llegar a la isla de Cozumel.

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Con un tiempo idóneo para la navegación en canoas, los participantes salieron del puerto de Xcaret al amanecer y llegaron a la isla de Cozumel a las 13 horas, dijo Leticia Agerrebere Salido, directora general del evento.

La recreación de esta tributación a la diosa de la fertilidad y de la luna es apreciada por siete mil personas en algunas de sus cuatro fases, conservando el número de asistentes que de manera anual tienen, “pero es un evento muy mediático y llega a nivel internacional y que expone al mundo una de las tradiciones más ancestrales y apreciadas de nuestros antepasados”.

Los 365 Mensajeros de la Luna llegaron a Cozumel para rendir culto a la Diosa Ixchel en la Isla de las Golondrinas a bordo de 36 réplicas de canos como las que usaban los antiguos mayas para llegar a la tierra de las golondrinas.

El evento se desarrolló sin incidente como cada año de los 12 en los que se ha llevado a cabo. Amigos y familiares de quienes se embarcaron en este viaje estuvieron ahí para recibirlos.

Tras partir de Polé (Xcaret) arribaron a Chankanaab una hora y media antes de lo previsto gracias que el viento soplaba a favor y les permitió entrar al ecoparque donde fueron recibidos con aplausos y vítores mientras que en la pequeña caleta actores y danzantes les recibían con incienso, agua y comida.

Chankanaab es una reserva ecológica operado por la Fundación de Parques y Museos al que miles de turistas acuden cada año a disfrutar de sus atractivos naturales. Ahí fueron recibidos por la Diosa Ixchel con un mensaje de bienvenida. Cerca de cinco horas fueron las que remaron para llegar al santuario de la Diosa Madre de los mayas que hace 500 años visitaba el santuario para pedir sus favores.

Tras descender de las canoas, los remeros hicieron largas filas para presentar sus respetos y pedir favores a la Diosa Ixchel, esposa de Itzamná, dios todopoderoso creador del mundo de acuerdo con la mitología maya.

Ixchel fue una diosa que vivía entre la dualidad de dar vida al regir el nacimiento de los infantes y seres de la naturaleza, curar y al mismo tiempo ser la causante de inundaciones, tormentas y destrucción. Por la noche en el parque se llevó a cabo una representación de la veneración de la deidad rindiéndole tributo.

La del viernes fue la edición número 13 en la que este año, que se celebra los 501 años de primera misa católica en territorio mexicano que ocurrió en Cozumel y la misa y 500 de la llegada de Hernán Cortés, las autoridades locales busca rescatar y preservar junto al Grupo Xcaret, las tradiciones de la cultura maya.