La magia que surge en el escenario de Cirque du Soleil no es inexplicable, es una sintonía de sueños y pasión que desbordan cada uno de los artistas que forman parte del show.

“Yo siempre fui muy fan del circo, del Cirque du Soleil en específico, siempre fue un sueño para mí, desde chiquita veía el circo y decía algún día quiero estar ahí”, cuenta la cantante principal del espectáculo, la mexicana Ruth Robles. 

Ruth Robles. (Foto: Harold Alcocer)

El éxito que tiene el espectáculo de origen canadiense lo hace parecer inalcanzable para quienes aspiran dedicar su vida al circo. En el caso de Ruth, su sueño se veía lejano, tanto que pensó que su nacionalidad podría ser un obstáculo.

“A veces uno ve las cosas como muy lejos, ves como un objetivo como que está allá y no lo vas a lograr, es algo internacional, no voy a llegar y como mexicana se nos dice que no vamos a llegar muy lejos”, platica. 

Por otro lado, hay artistas que crecen en los escenarios y estar arriba de ellos se convierte en un estilo de vida, donde no existe otra opción.

Vintilova Darya. (Foto: Harold Alcocer)

“Mi papá trabajaba en el Cirque du Soleil desde 1995 y yo empecé en 1997 (a los 7 años de edad), entonces fue parte de la familia, crecí ahí, lo único que tenía que hacer era trabajar”, dice por su parte la trapecista ucraniana Vintilova Darya. 

Para la bailarina de origen cubano Roseli Arias, el arte también es un camino que ya estaba trazado:

“Empecé estudiando ballet clásico a los tres años porque vengo de una familia donde casi todos son artistas, cantantes, bailarines. Desde chiquita veía el Cirque du Soleil y decía ‘wow, espero algún día llegar a esos escenarios o tener la oportunidad de pisar o pertenecer a un show de ese nivel’”, relata a Novedades. 

Roseli Arias. (Foto: Harold Alcocer)

A pesar del talento que cada una desarrolló, el viaje a uno de los shows más importantes a nivel internacional estuvo lleno de castings, paciencia y confianza. Sin importar las desigualdades que puedan existir en el medio, todas demostraron su pasión por el arte.

“Sale la audición y todo lo que había adquirido desde pequeña, todo se puso en conjunto para llegar ahora a este show tan maravilloso”, comenta Roseli. 

“Ser mujer en este medio es una complicación, antes de esto yo era directora de arte musical, dirigía muchos artistas, y fue un camino muy complicado; sin embargo, yo les diría no se enfoquen en eso, no pongan su foco en los problemas. Sí existen y sí están, pero mientras tu pongas tu foco en esa situación, la vas a hacer más presente en tu vida. ¿Existe? sí, pero la podemos combatir haciendo nuestro trabajo, diciendo esta soy yo y no tengo más que mostrar”, dice por su lado Ruth Robles. 

En cada presentación, el escenario del Cirque du Soleil es pisado por niños y niñas que están cumpliendo sus sueños; artistas que lograron consolidarse gracias a la dedicación que pusieron por cumplir una de sus metas.

“Me siento muy orgullosa de mí, de esa niña, que constantemente la estoy volteando a ver y le digo ‘ey, muy bien, lo estás haciendo’”, afirma la cantante mexicana.

¿Hay algo más para estas artistas que el Cirque du Soleil? Sin duda, su presente continúa dedicado hacia el público que se reúne en el teatro de la Riviera Maya para gozar del espectáculo y de una experiencia gastronómica.

Aunque, la trapecista Vintilova mantiene el sueño de impulsar a las infancias a desarrollar su pasión por el arte. 

“Me gustaría abrir una escuela de trapecio en Playa del Carmen para que todos los niños puedan volar”, concluye.