MÉRIDA, Yuc.- Debido a la pobreza, el abuso o la violencia en sus diferentes formas, crecen los problemas de salud mental en jóvenes de todo el país, incluyendo Yucatán, señalaron especialistas en salud mental. 

En México, según una encuesta del Instituto Nacional de Psiquiatría “Ramón de la Fuente Muñiz”, se encontró que el 51 por ciento de los entrevistados había tenido algún tipo de trastorno.

En cuanto a la cifras, 40.6 por ciento de los jóvenes encuestados había tenido un trastorno de ansiedad, 20.0 por ciento de impulsividad, 10.7 por ciento había tenido un trastorno afectivo y 4.8 por uso de sustancias. 

El profesor emérito de la Facultad de Psicología de la UNAM, Juan José Sánchez Sosa; y el jefe del Departamento de Psiquiatría y Salud Mental de la Facultad de Medicina de la UNAM, José Benjamín Guerrero López, dieron a conocer que los trastornos mentales representan 16 por ciento de la carga mundial de las enfermedades y lesiones del adolescente.

Detallaron que la mitad de los trastornos mentales comienzan a los 14 años de edad o antes, y en la mayoría de los casos no se detecta oportunamente ni se trata. 

Según la Organización Mundial de la Salud, no abordarlos tiene consecuencias que se extienden hasta la edad adulta.

Problemas más frecuentes entre jóvenes

José Benjamín Guerrero López indicó que los problemas más frecuentes detectados son: depresión, ansiedad, autolesiones, intentos de suicidio, violencia, consumo de alcohol y sustancias, trastorno de límite de personalidad y déficit de atención con hiperactividad.

Mejor ir al psicólogo

“Cuidar nuestra salud mental nos llevará a tener una vida satisfactoria, con buenas relaciones, con sensación de bienestar frente a los otros y nuestras vidas”, sostuvo por su parte Juan José Sánchez Sosa.

El profesor emérito de la Facultad de Psicología recalcó la importancia de remplazar la vieja idea de que ir al psicólogo o al psiquiatra es porque uno está “loco”.

Hay expertos que nos pueden ayudar a reconocer “qué tipo de aspectos debo notar en mí mismo o en las personas con las que vivo, para atenderse a tiempo y continuar funcionando familiar, laboral y comunitariamente, y disminuir la probabilidad futura de desarrollar este tipo de trastornos”, acotó.

La prevención se debe comenzar desde ya, en la escuela y la familia. “Hay que poner atención a lo que hacemos, a lo que sentimos, qué pensamos, cómo interactuamos con la gente con la que vivimos y trabajamos, y tener presente que hay especialistas que pueden ayudar no sólo a atender un problema de salud mental, sino a continuar bien y mejorar”, expuso el experto.

“Es esencial proteger a los jóvenes de experiencias adversas y factores de riesgo que pueden afectar su capacidad para desarrollar todo su potencial”, finalizó Juan José Sánchez Sosa.

Con información de DGCS UNAM

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