Cecilia Ricárdez/SIPSE
MÉRIDA, Yucatán.- Los expertos afirman que la forma de relacionarnos actualmente es influida continuamente por el uso de las tecnologías de la información y comunicación, es decir, los dispositivos electrónicos como el celular o las tabletas. 

Este tipo de influencia fue bautizada con el término “phubbing”, o sea ignorar por atender tu teléfono o concentrarte en lo que estás viendo en tu ipad.

Este fenómeno se presenta a todos los niveles, pero el más cercano y de mayor impacto es el que se genera en la familia, donde se supone se forman los hombres y mujeres del mañana con los valores que les inculcan desde hoy. 

El problema no son las tecnologías, sino el uso desmedido y la falta de reglas de convivencia para que no se conviertan en manzanas de la discordia o se continúe fomentando las “reuniones familiares” donde todos están más atentos de sus smartphones que de la charla con los padres, abuelos o los juegos con los niños.

En esta ocasión, la sección consultó a los directivos de la organización “Responsabilidad Digital”  y a la Dra. Gabriela Bastarrachea  para que aporten consejos sobre cómo vivir la experiencia de las tecnologías sin afectar las relaciones familiares. 

Ojo, las recomendaciones también aplican a amigos, parejas, compañeros de trabajo, en fin a todos los tipos de vínculos donde se necesite que ambas partes pongan atención.

1.- Reglas del juego:

• El dicho “Nada con exceso todo con medida” aplica en el uso de los smartphones, pero las reglas para su mejor aprovechamiento deben de tomarse por iniciativa de los padres de manera informada y consensuada con el resto de la familia. El uso más inteligente de los teléfonos evitará que la tecnología les impida vivir malas experiencias. Es importante proteger el tiempo de esparcimiento y placer: cenas o sueño, vacaciones o momentos íntimos de la actividad en los celulares.

En esta dinámica hay que definir: 

• •Horarios
• •Lugares apropiados

2.- En la mesa

Evitar que el uso del smartphone cuando la familia está compartiendo los alimentos (desayuno, almuerzo, cena, reuniones, fiestas, etc.)

Si todos traen sus dispositivos tienen la opción de colocarlos en una canasta, caja o recipiente y ponerlos a un lado de la mesa para que la convivencia sea más enriquecedora.

Para que sea divertido pueden aplicar un juego en un restaurante, en el cual todos los comensales colocan sus celulares uno sobre otro, formando una torre, en silencio o vibrador, y el primero que consulte su smartphone pierde y paga la cuenta.

3.- Limites

La asociación mexicana del internet, en su estudio del 2013, revela que los mexicanos dedican 5 horas diarias a sus teléfonos. 

En este contexto, el hábito está arraigado y depende de los padres lograr que los hijos moderen el uso; se recomienda 2 horas, máximo, de exposición continua.

Evitar que los niños lo utilicen mientras están haciendo tareas.

No permitir el uso del smartphone cuando miran una película en casa o están conviviendo en juegos de mesa.

Evitar que los niños o adolescentes duerman con sus celulares. Dejarlos en un lugar estratégico fuera de la recámara, para que no se desvelen. Aplica también a los padres de familias, incluso pueden usar una alarma convencional en vez de depender del celular.