Exdueño de tienda convierte videojuegos retro en una fortuna inesperada
Una colección conservada por más de 27 años alcanzó un millón de dólares, transformando la vida de su propietario.
Mark Odorisio, un antiguo dueño de una tienda de videojuegos, encontró un tesoro en su propio inventario. Según informó The Washington Post, decidió conservar todos los títulos de su tienda cuando cerró el negocio en 1998.
Hoy, 27 años después, esos videojuegos se han convertido en una mina de oro, alcanzando un valor estimado de hasta un millón de dólares.
La tienda, inaugurada en 1994, ofrecía títulos para consolas icónicas como Super Nintendo, Sega Genesis, Sega CD y 32X. Aunque tuvo un éxito inicial, los problemas financieros obligaron a Odorisio a cerrar.
En lugar de liquidar el inventario, optó por almacenarlo, confiando en que estos juegos retro ganarían valor con el tiempo.
"Al carajo con la venta por liquidación, prefiero arriesgarme", afirmó Odorisio en la entrevista. Su decisión resultó visionaria, ya que el mercado de videojuegos clásicos se ha disparado en los últimos años, atrayendo a coleccionistas dispuestos a pagar altas sumas por estos títulos.
El inesperado valor de los videojuegos retro
Actualmente, Odorisio, de 61 años, está trabajando con un negocio llamado Game Room para comercializar los juegos en línea y alcanzar a coleccionistas alrededor del mundo.
Entre los títulos más valiosos se encuentran algunos para Super Nintendo y Sega CD, que ahora son piezas codiciadas por su estado de conservación.
Con el dinero obtenido, Odorisio planea adquirir una casa en el Medio Oeste para disfrutar de la pesca y una vida tranquila. Este sueño, que antes parecía inalcanzable, está cada vez más cerca gracias al valor de su colección.
El caso de Mark Odorisio destaca la importancia de valorar artículos retro y cómo pueden convertirse en inversiones inesperadas. En contraste, historias de otros coleccionistas demuestran el impacto de no reconocer este potencial, como el caso de una madre que tiró a la basura juegos valorados en ocho millones de pesos sin saber su importancia.
(Con información de Xataka)