Un grupo de 50 jóvenes, en su mayoría extranjeros, fueron retirados por la policía municipal de Tulum de una fiesta privada que realizaron en el interior del Parque Nacional Tulum, pese a las restricciones de acceso y las recomendaciones de las autoridades sanitarias ante la contingencia por el Covid-19.

La fiesta se realizaba en una villa privada Casa Miramar, que se renta a través de la plataforma Airbnb.

Al sitio llegó el director del Turismo del Ayuntamiento de Tulum, quien solicitó a los presentes desalojar el sitio en acato a las medidas de sanidad.

(Cortesía)

Desde el fin de semana, las autoridades del Parque Nacional Tulum limitaron el acceso hasta las 17 horas, a fin de evitar aglomeraciones.

Testigos informaron que un desfile de camionetas de lujo comenzó a llegar aproximadamente a las 16 horas al parque. Ante el cierre a las 17 horas, estacionaron los automóviles en la glorieta.

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Hasta el lugar acudieron guardaparques del Parque Nacional Tulum a informar que, debido a la contingencia, estaban prohibidas las reuniones. No obstante, los encargados del lugar les argumentaron que tenían permisos municipales.

Horas después arribó la policía y comenzó a solicitar el retiro de los presentes, quienes sin mayor oposición pero sí con muestras de enojo, abordaron sus vehículos y se marcharon, aunque algunos ya iban en estado de ebriedad, según relataron testigos a Novedades Quintana Roo.

El 27 de marzo, un grupo de empresarios dueños de los hoteles en el interior del Parque Nacional Tulum publicaron un desplegado en el que informaron que no acatarían las medidas tomadas por la dirección del parque, argumentando entonces que México aún no está en la fase tres de la contingencia.

La fiesta fue realizada un día después que fuera emitida la Declaratoria de Emergencia Sanitaria por parte del gobierno federal, ante la crisis de contagio a nivel mundial del coronavirus.