Por Rafael R. Deustúa

DC Comics no ha podido competir en películas con Marvel y desde la trilogía de “Batman” de Christopher Nolan no logró nada realmente bueno. Ahora adelanta a su reina, “Wonder Woman”, aprovechando que Marvel carece de un personaje femenino con su tradición y, para sorpresa de todos, por fín ofrece una gran película.

Bruce Wayne envía a Diana Prince un maletín con una placa fotográfica que la muestra en la guerra mundial de 1917, detonando su recuerdos. Así la vemos creciendo en la isla de Temiscira, hija de la reina de las amazonas hasta que la guerra llega a ellas y la princesa decide ir a enfrentar a Ares.

En el género de superhéroes es normal un argumento simple y linear que justifica el pleito entre héroe y villano. A grandes rasgos éste es así, pero la historia escrita por Allan Heinberg, Zack Snyder y Jason Fuchs puede ser linear pero no simple. La cinta se dedica no a destacar a la superheroína sino a mostrarnos su aprendizaje a través de su convivencia con los humanos y para ello ofrecen personajes reales, con solidez, además de algunos muy buenos diálogos.

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Un gran acierto para Zack Snyder, productor, fue dar la dirección a Patty Jenkins, que en cine sólo había dirigido “Monster” pero que decididamente supo dar una buena visión a la Mujer Maravilla. Sabe mostrarla cándida, inocente o decidida y justifica cada emoción, dando dimensión humana a la heroína.

Equilibra bien su interacción con otros personajes, en particular los masculinos, para que sea un ícono femenino y no un panfleto feminista, haciendo justicia a la idea original de William Moulton Marston.

Muchos no veían a Gal Gadot como una amazona, pero puede con el papel y luce el protagonismo con naturalidad (dando cachetadas guajoloteras a Ben Affleck y Henry Cavill), siendo convincente a cada momento. Hace buen equipo con sus coestelares Chris Pine, David Thewlis, Saïd Taghmaoui, Ewen Bremner y Eugene Brave Rock, que hacen buenos roles. También Connie Nielsen, Elena Anaya y Robin Wright se destacan.

La construcción del filme en escenografía, vestuario y dirección de arte es impecable, así como efectos especiales visuales y sonoros. Las transiciones de elementos digitales a reales son imperceptibles dando un gran impacto a algunas escenas.

Una película para disfrutarse en el cine, definitivamente, pues probablemente será lo mejor del universo fílmico de DC.