Fanny Miranda/Milenio
MÉXICO, D.F.- Más de 40 mil maestros y autoridades educativas, entre coordinadores estatales, expertos académicos y hasta el SNTE, participaron durante tres años en la revisión de los libros de texto gratuitos que contienen 117 errores.

En las ediciones, elaboradas para el ciclo 2013-2014 y de las que MILENIO tiene ejemplares, la SEP agradece a todos los colaboradores “por la revisión de las diferentes versiones de los libros de texto llevada a cabo durante las Jornadas Nacionales y Estatales de Exploración de los Materiales Educativos, de 2008 a 2010”.

La administración pasada inició la producción de los libros, cuya responsable fue María Edith Bernáldez Reyes, directora general de Materiales Educativos entonces, pero cada edición tuvo a cargo un responsable del cuidado editorial.

Para el ejemplar de Historia de sexto grado, por mencionar algunos, Zoraida Reyes, Leopoldo Cervantes-Ortiz y Pablo Ávalos Quintero estuvieron a cargo del cuidado editorial. En tanto, la revisión de la edición de Español de tercero la hizo Modesta García Roa.

En ese sentido, el director general de la Comisión Nacional de Libros de Texto Gratuitos (Conaliteg), Joaquín Díez-Canedo, consideró que no vale la pena buscar a los responsables para sancionarlos, pues “podría tratarse de un corrector de estilo freelance, que gana 3 mil pesos”.

En entrevista, opinó: “Todo el que lee, si suena el teléfono o tiene ganas de ir al baño, pues te distraes, se te puede pasar una palabra”.

En ese contexto, resaltó el grado de exactitud que hay en los libros que recibirán los 25 millones de alumnos de educación básica, pues aseguró es de 99.9 por ciento.

“Un libro puede tener 75 mil palabras o 100 mil en promedio. ¿Cuánto son 117 errores en 117 palabras de 100 mil? Supón que los 117 se encontraron en un solo libro, es punto uno por ciento; es decir, 99.9 es correcto y eso es un grado de exactitud importante”, declaró.

Díez-Canedo aclaró que la tarea de la Conaliteg no es revisar el contenido de las publicaciones, sino imprimir los mil 238 libros que forman parte del catálogo de educación básica.

Además, será responsable de distribuir las fe de erratas que la SEP entregará a los maestros para subsanar los errores detectados.

Añadió que en diciembre, cuando la SEP detectó los errores, cancelar la producción hubiera representado pérdidas por más de 2 mil 500 millones de pesos.

“Hay imprecisiones, pero no se sabe cuántos las tienen, dónde están, cuántos se habrían vuelto a hacer, es un proceso laborioso, desde luego habría salido muy caro no repartir estos 238 millones (de libros) y tirarlos a la basura, eso hubiera costado todo el presupuesto de los 2 mil y pico millones de pesos”, dijo.