Alejandro Castro/SIPSE
CANCÚN, Q. Roo.- El debilitamiento de los pastos marinos a causa de los lixiviados que desprende el sargazo ocasiona que pierdan estructura los arenales de las playas, con lo cual se verán más afectadas por eventos meteorológicos como huracanes.

Brigitta I. van Tussenbroek, investigadora de la Unidad de Sistemas Arrecifales de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), sostuvo que los pastos, además de ser alimento para numerosas especies de fauna marina y productores de carbono, cumplen una función de formar una estructura en la arena que diluye la fuerza del mar y evita que las playas se degraden.

“Este pasto cerca de la costa tiene la función de fijar la arena y atenuar el oleaje para que las aguas sean más claras. Entonces, si esta franja se pierde por la marea marrón que produce el sargazo, no hay nada que fije la arena y cuando viene una tormenta la arena se va”, explicó la especialista.

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Refirió que el sargazo tiene doble afectación en las costas de Quintana Roo, pues por un lado la ausencia de pastos marinos provoca su degradación, al igual que el mal manejo del alga que se recoge de las playas con todo y arena.

El costo para lograr la recuperación de estas playas erosionadas, tan sólo en la zona norte del estado, se calcula en alrededor de tres mil millones de pesos.

La especialista señaló que hasta el momento este representa el principal problema para Quintana Roo con relación a los pastos marinos, pues podría verse afectada también la actividad turística.

En el caso de las especies que habitan en el pasto marino cerca de la costa, apuntó que casi siempre logran escapar, por lo que en este momento no representa un desafío prioritario.

Por otro lado, mencionó que no todo con los huracanes es negativo, pues también “limpian los sistemas” de todos los nutrientes y materia orgánica con los que se encuentra cargado el mar Caribe en este momento.