INAH descubre extenso texto jeroglífico maya en Cobá
Un estudio epigráfico indicó que las inscripciones hacen referencia a la fundación del pueblo llamado Keh Witz Nal o “Montaña del Venado”
El Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) recuperó un tablero con un texto jeroglífico maya, grabado en la roca de una aguada próxima a Nohoch Mul, la estructura piramidal de mayor altura de la Zona Arqueológica de Cobá, “Ciudad de agua picada”.
Consiste en un panel con 123 cartuchos jeroglíficos que aluden a la fundación del pueblo Keh Witz Nal, en el año 569 de nuestra era. De acuerdo con datos del INAH, el tablero que recuperaron tiene una historia continua de 1,300 años (100 a.C.-1200 d.C.).
Los trabajos arqueológicos del Programa de Mejoramiento de Zonas Arqueológicas (Promeza) permitieron identificar, a 160 metros de Nohoch Mul, una aguada con un pedraplén que develó un descubrimiento único: un panel compuesto por 123 cartuchos jeroglíficos, en una extensa inscripción en forma de L, de poco más de 11 metros cuadrados, esculpidos directamente sobre la roca.
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— INAH (@INAHmx) August 13, 2024
Descubren extenso texto glífico maya en la Zona Arqueológica de Cobá, en Quintana Roo.
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Un estudio epigráfico preliminar indica que las inscripciones hacen referencia a la fecha de fundación del pueblo llamado Keh Witz Nal o “Montaña del Venado”, correspondiente al 12 de mayo del año 569 de nuestra era.
Asimismo, ha sido posible reconocer el nombre de un soberano, K’awiil Ch’ak Chéen, personaje identificado por primera vez, logrando así llenar un vacío en la secuencia dinástica de Cobá, destacó el antropólogo.
De acuerdo con información del instituto, con lo anterior se permite corroborar que muchos de los gobernantes de esta ciudad-estado (se tienen identificados 14, tres de ellos mujeres, una de las cuales mandó por cuatro décadas) adoptaron el nombre del dios K’awil, lo que les confería sus atributos como deidades protectoras del lugar.
El proyecto arqueológico de Cobá ha extendido sus alcances para proteger este tablero de los factores ambientales, los cuales le han provocado deterioros. Implementaron un minucioso proceso de limpieza para retirarle la tierra, las sales y la maleza que lo cubrían.
Posteriormente, inició su restauración con la inyección de rellenos de morteros de cal, para dar resistencia interna a la roca, la cual tiene múltiples oquedades exteriores, donde el agua se estanca en las estaciones de mayor precipitación pluvial. A su vez, se hizo un registro de alta precisión del texto glífico, para crear modelos tridimensionales que permitirán estudios epigráficos más profundos, a fin de lograr su desciframiento completo.