Fernanda Duque/SIPSE
CANCÚN.- La salud del recién nacido es comúnmente asociado a la madre, pero al igual que la concepción, la labor es tarea de dos. En promedio, sólo tres de cada 10 mexicanos planea con su pareja el momento para tener hijos, aseguró Ricardo García-Cavazos, genetista y director de la Escuela Superior de Medicina del Instituto Politécnico Nacional (IPN). 

Durante una catedra impartida en la Universidad Anáhuac Cancún, el académico y genetista, explicó la profunda relación que existe entre la prevención de enfermedades y el cuidado de los primeros mil días de vida, que inician al momento de la concepción.

“Se trata de incidir y prevenir problemas en el neurodesarrollo de los niños y de muchos otros problemas en el adulto, lo cual quiere decir que hay mucho trabajo porque no es sencillo que las personas lo lleven a cabo, porque la pareja generalmente no espera el embarazo”, explicó el doctor.

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Esto lleva a los doctores a tratar de “corregir” las condiciones de salud de las madres gestantes para que sus hijos se desarrollen sin riesgos de enfermedad, y que logren la supervivencia más allá de su nacimiento.  

Cabe mencionar que al año se registran tres mil 500 mujeres embarazadas en México, sin embargo, la estadística nacional indica que sólo dos millones 300 mil bebés llegan a término, de este número, 600 mil nacen con defectos o complicaciones.

García-Cavazos señala que la respuesta está en la prevención. Por genética, los padres están predispuestos a transmitir ciertas enfermedades, como la diabetes y la hipertensión a su descendencia, sin embargo, esto puede evitarse si se planea se toman en cuenta los métodos regulatorios para equilibrar la salud de la pareja y que incluyen buena alimentación y ejercicio. 

“Saben que tienen que tomar ácido fólico, pero lo toman ya cuando están embarazadas, y no lo toma el esposo, desconocen que lo deben de tomar los dos, por lo menos tres meses antes, porque los espermatozoides tardan 64 días en formarse, entonces tendrán una preparación genética del ovulo y del espermatozoide”, concluyó el genetista.