El servicio de Uber e Cancún es considerado el enemigo público número 1 en el transporte público, según el Instituto de Movilidad de Quintana Roo (Imoveqroo).

Jorge Pérez Pérez, titular del Imoveqroo; reconoció que los principales retos en el transporte público de Cancún son la influencia del crimen organizado y el pirataje, donde se coloca a Uber.  

Sin embargo, aunque el crimen organizado es un problema grave, la dependencia admite que no está en sus funciones y sus inspectores no tienen capacidad para enfrentarse a la delincuencia.

Pero dónde si tiene injerencia es sobre el mal estado de las unidades, la capacidad de los conductores y vigilar el cumplimiento de las medidas sanitarias contra el COVID.

Todas estas "prioridades secundaras" en comparación con la operación de transporte público “pirata” y en el que el Instituto coloca a los concesionarios de Uber en Cancún.

Movilidad se enfoca contra el pirataje 

Pérez Pérez detalló que el servicio de taxis no pudo evitar ser atacado por carteles de la droga y otros delincuentes, tal como lo ha hecho con otros negocios.

Refirió que los recientes asesinatos de conductores de taxi tienen que ver con su relación con estas células criminales, aunque esto escapa a las facultades de regulación del Imoveqroo, ya que sus inspectores no tienen la capacidad de enfrentar a la delincuencia.

"Lo que sí nos hemos enfocado es en acabar con el pirataje, y en este sentido considero que hemos realizado un buen trabajo a tal punto, que a pesar de la insistencia de la plataforma Uber de inscribir a más socios en el Estado, son pocos los que se atreven a hacerlo, ya que saben muy bien que es ilegal", comentó.

Como ejemplo citó que el número de unidades Uber aseguradas en lo que va de este 2021 fueron 23, cuando en años anteriores eran más de 150 las detenidas durante los primeros seis meses del año.

A pesar de lo anterior, reconoce que Uber sigue en una franca pelea por operar en Quintana Roo, aunque espera que este año el Tribunal Colegiado ratifique la necesidad de una concesión para brindar un servicio de transporte.

"Porque si no lo hacen, el transporte público podría caer en una anarquía, tal como sucedió en Yucatán, donde la falta de regulación permitió que miles de concesionarios se dieran de alta como socios Uber, saturando el servicio y reduciendo las ganancias de los propios operadores. Es lo que no queremos permitir en el Estado".

Concluyó que también se están realizando operativos en contra de taxis piratas, señalando que son estas unidades las que están involucradas en la mayoría de los delitos de alto impacto, desee robos hasta ejecuciones, al clonar números y placas regulares. 

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