Campesinos abandonan sus tierras por falta de apoyo

Debido a los altos costos de producción y el nulo estímulo, buscan mejores oportunidades.

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Cada vez los insumos para labrar la tierra aumentan, dejando a los campesinos con poco, o casi nulo, margen de ganancia. (Carlos Castillo/SIPSE)
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Carlos Castillo/SIPSE
BACALAR, Q. Roo.- La baja rentabilidad en sus siembras, la falta de apoyos para reactivar el campo ha propiciado que los hombres de campo migren a otros puntos del estado, e incluso, al extranjero.

Paulino Lucero Castro, dirigente de Central Campesina Cardenista (CCC), de Bacalar explicó que la pobreza que se vive en el campo se debe a varias razones: lo caro que resultan los insumos para sembrar como fertilizantes, insecticidas, renta de tractores y hasta la semilla.

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Se aventuró a decir que ocho de cada 10 campesinos han abandonado sus tierras por los motivos antes mencionados y, al menos cuatro, han abandonado hasta sus comunidades, por la pobreza que se vive en el campo

“Es muy caro sembrar por los fertilizantes, insecticidas, renta de tractores y hasta la semilla”, comentó.

Dijo que los costos de comercialización del frijol, maíz, sandía, pepita de calabaza, piña y otros productores derivados de las cosechas son muy bajos a tal grado que cada año es menos rentable dedicarse a la siembra, en la mayoría de las 57 comunidades del municipio de Bacalar.

“Es esta relación entre lo que se gasta y lo que se gana, lo que ha provocado que muchos campesinos no tengan con qué sembrar el siguiente año porque si bien es cierto que existen estímulos federales para los trabajadores del campo que en parte subsidian al productor, los mismos bajan cuando a la autoridad se le ocurre, no cuando son necesarios y eso provoca endeudamientos”.

El líder Cardenista señaló que la gente del campo, se va ciudades como Cancún y Playa del Carmen, y muchas veces acompañados de sus hijos varones, para trabajar en la albañilería, aprovechando que continúan registrados en Procampo y que sus tierras siguen sembradas (aunque no por ellos) pero cobran este beneficio.

Lucero Castro, precisó que un ejemplo claro de que los productores batallan para vivir en el campo es que a estas alturas la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación (Sagarpa) no ha pagado el subsidio o apoyo de varios de sus programas estando en plena etapa de siembras.

El campesino, añadió el dirigente, tiene que endeudarse con agiotistas y luego los intereses provocan que la deuda suba y en un par de años el productor tendrá que vender su tractor, o un par de animales de granja para poder saldar su deuda. Por eso, muchos prefieren mejor abandonar sus tierras y emigrar a las zonas urbanas.

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