Armando Galera/SIPSE
CHETUMAL, Q. Roo.- En la entidad, más de mil 800 contadores “patito” se dedican a realizar balances apócrifos al carecer de una cédula profesional y basarse únicamente en lo que aprendieron empíricamente en un despacho o a través de cursos en línea, alertó el Colegio de Contadores Públicos de Quintana Roo.

José Polanco Bueno, presidente de la organización, confirmó que es un problema en crecimiento que ponen en riesgo a los contribuyentes, porque por su inexperiencia ocasionan problemas con las autoridades de Hacienda tanto estatal como federal.

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Explicó el Colegio tiene registrados alrededor de 120 contadores desde Playa del Carmen hasta Chetumal y existen otros 50 profesionales del ramo que no se encuentran integrados a alguna asociación, contra más de mil 800 personas que se dedican a dicha actividad sin cédula profesional.

Indicó que eso se deben a que la ciudadanía opta por contratar los servicios más baratos, aunque ello puede generar que al final terminen pagando multas de hasta 140 mil pesos.

"El problema es que en la gran mayoría de los casos que atienden cometen errores en los trámites de sus clientes o ni siquiera los realizan. Las personas por su parte confían en que están llevando a cabo sus gestiones porque no suelen pedir comprobantes de este trabajo, hasta que les notifican la llegada de una multa que va desde los mil 500 hasta los 120 mil pesos", puntualiza Polanco Bueno.

El caso más reciente se dio hace unos días, cuando un comerciante de Chetumal se enteró que debe pagar una sanción de 32 mil pesos, luego de que su contador no cumplió con sus impuestos, quedándose incluso con el dinero que se le entregaba para ello.

Según el Colegio de Contadores Públicos de Quintana Roo, aunque no existe una estadística certera de estos casos, se estima que al año más de 15 mil personas en el estado enfrentan problemas con las autoridades hacendarias por culpa del mal actuar de sus contadores.

Sorprendentemente, casi ningún afectado suele denunciar el mal actuar de su contador, por lo que simplemente prefiere pagar la multa y contratar a otra persona.

Esto porque prefieren solucionar de manera rápida sus complicaciones fiscales, que darle seguimiento a un juicio largo en contra de estos pseudoprofesionistas.