Los llamados cultivos tradicionales en la zona sur de Quintana Roo han desaparecido, mientras que otros se continúan sembrando al resistirse a perderse en el olvido, aseguró Ezequiel Solís Castillo, representante de las comunidades de la zona limítrofe con Campeche.

Aseguró que la situación ha significado para muchos campesinos quedarse sin actividades que les reditúen ingresos para continuar trabajando la tierra, sostener a sus familias con las labores y los frutos que producía el campo.

Factores como la dependencia de lluvias en los cultivos de temporal y la ausencia de terrenos de riego han afectado a los productores agrícolas de esta parte de la entidad, que cada año ven mermadas las cosechas por la irregularidad de los períodos de las precipitaciones y las prolongadas sequías, provocando un rezago de más de tres décadas en este importante sector de la producción primaria.

 Consideró que se trata de tierras cansadas, donde los monocultivos han imperado por décadas y no se ha tenido una alternancia que beneficie a la tierra y ninguna empresa quiere invertir por el problema limítrofe con el estado de Campeche. Además, los altos costos de producción, con un mercado cada vez más competido y compradores que solo buscan aprovechar la desesperación de los campesinos para tumbar los precios han generado afectaciones severas.

 Los cultivos que se han perdido en la región son:

• Tomate
• Cacahuate
• Chile
• Camote
• Pepino
• Jícama

Y la sandía que año con año va en decadencia, algunos solo registran mínimas producciones o de autoconsumo.

Otros como el frijol y el maíz, se resisten a desaparecer, pero cada vez se cultivan en menor porcentaje, porque los productores se han visto afectados por sequía, plagas, eventos climáticos, compradores voraces y falta de mercados. Respecto al maíz y el frijol, aseguró los campesinos solo se han dedicado a sembrar en la últimas década pequeñas superficies para el autoconsumo, al no contar con recursos económicos para plantar grandes extensiones de tierra.

 Para Anastasio Bautista, presidente del Comisariado Ejidal de Caobas, uno de los factores que los productores enfrentan es el elevado precio de los fumigantes y fertilizantes para proteger sus cultivos, lo que empeora la situación del campesino, por ello optan por sembrar pequeñas porciones de tierra que van de media a hectárea y media.

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