Armando Galera
CHETUMAL.- Cada vez, más jóvenes quintanarroenses prefieren trabajar bajo el esquema de freelance, ante la libertad que les ofrece no estar atados a un horario laboral o una oficina como el trabajador tradicional, aunque eso signifique ganar hasta 40% menos que los “oficinistas”.

De acuerdo con la última Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo, realizada por el Inegi, hay en Quintana Roo 98 mil 728 “freelancers” (personas que ofrecen sus servicios profesionales a terceros sin ser considerado un empleado fijo).

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De ese total 77 mil 007 eran jóvenes entre 20 y 29 años de edad, lo que representa el 37% de las 208 mil 127 personas ocupadas en este rango de edad, cuando hace cuatro años la proporción era únicamente el 18% de los 199 mil 318 trabajadores jóvenes que eran freelance.

El mismo reporte revela que existen 128 mil 251 personas catalogadas como emprendedores o dueñas de negocios, mientras que 604 mil 764 son consideradas como trabajadores “remunerados” de manera directa o subordinados, ya sea en el mercado formal o informal, mientras que en 2016 eran 650 mil 861.

A pesar de que el número de subordinados es menor, eso no significó la pérdida de empleos, pues la cantidad de personas ocupadas creció a 831 mil 743, es decir, muchos jóvenes con alguna especialidad o carrera migraron del trabajo tradicional al “independiente”, por considerarlo mucho más atractivo.

Según el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), ocho de cada 10 de los jóvenes encuestados aseguró que lo más atractivo del “freelance” es que no necesitan cumplir con un horario laboral, lo que les da la libertad de disponer de su tiempo ya sea para actividades recreativas o para trabajar en otros proyectos.

Para el caso de Quintana Roo, los rubros que más demanda tienen bajo este esquema son los programadores, diseñadores gráficos, diseñadores web, fotografía, ventas, clases particulares, organización de eventos, arquitectos y abogados.

Sin embargo, también enfrentan sus desventajas. En primer lugar, a diferencia de lo que ocurre con un trabajador fijo, los clientes no están obligados a pagarles prestaciones tales como vacaciones, aguinaldo, seguro social, ni a proveerle del equipo que necesita para su labor.

Otro problema es el sueldo. Mientras que el salario promedio de un trabajador tradicional es de ocho  mil pesos mensuales en Quintana Roo; el de un freelance es de apenas tres mil 200 pesos al mes por un trabajo similar.