Armando Galera/SIPSE
CHETUMAL, Q. Roo.- En los últimos tres años, la comunidad menonita ha devastado más de 3 mil hectáreas de selva en el Estado para sus actividades de ganadería y cultivo.

El titular de la Procuraduría de Protección al Ambiente, Miguel Nadal, señala que al menos el 80% de esas tierras devastadas se encuentran bajo procedimientos administrativos en espera de sanciones, en un trabajo conjunto con la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente.

“Hemos venido teniendo este problema desde que se asentaron las comunidades menonitas en el Estado, hace poco más de 25 años”, señala el funcionario.

 “Si bien se trata de un tema de competencia federal, ya que gran parte del territorio que se han adueñado son predios forestales fuera del desarrollo urbano, hemos dado atención a los ejidos que han presentado denuncias en contra de ellos por su expansión y deforestación en la zona centro y sur del Estado”, dice Miguel Nadal.

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Explica que el caso más reciente es del Ejido Paraíso, en Bacalar, que meses atrás descubrieron que la comunidad menonita había invadido parte de sus predios para ampliar sus actividades ganaderas, devastando alrededor de 40 hectáreas.

"En ese caso brindamos asesoría en la presentación de la denuncia, y acompañamos a la Profepa en la instalación de los sellos de clausura en ese lugar", dice Nadal, y añadió que ya se dictaron las medidas de mitigación de daños que deben de cumplir los menonitas, así como las sanciones correspondientes, aunque ese es un tema de competencia federal.

De acuerdo con la Procuraduría de Protección al Ambiente estatal, uno de los principales problemas para atender este tema recae en la lejanía y el difícil acceso a las zonas que están devastando estas comunidades.

Por tanto, generalmente se actúa una vez que fue realizado el daño ambiental, ya que es difícil actuar en el momento inmediato.

Recalca que ya están realizando acercamientos con los menonitas para evitar futuros daños a la selva quintanarroense, aunque dejó en claro que las faltas administrativas y sanciones recaen en las facultades de la Profepa.

Hasta ahora, señala que no se ha registrado ningún enfrentamiento mayor entre ejidatarios y comunidades menonitas por este tema, pues las divergencias se han resuelto en los tribunales.

Actualmente la Profepa realiza un estudio para determinar cuáles son las especies que se han visto afectadas por el ecocidio perpetrado por los menonitas, para luego trabajar en su reposición.