Saben que serán criticados, pero ante su pobreza no tienen opción: Sin acceso a internet, computadoras o dinero para poner saldo a los celulares, padres de familia de las colonias irregulares de Chetumal mandarán a sus hijos a clases presenciales a partir del próximo 30 de agosto.

Así lo declararon representantes de los asentamientos de Antorchistas, Ampliación Santa María, Fraternidad, Edén, Palomos, y las seis colonias aún sin nombre, ubicadas al norte de la capital del Estado.

En total son más de tres mil 208 niños de nivel primaria los que viven en estas regiones, de acuerdo a los más recientes datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), además de mil 658 estudiantes de nivel secundaria y 427 de nivel preparatoria.

“Para nuestros hijos el año pasado fue un ciclo perdido: como somos gente pobre, no tenemos para comprarle una laptop a nuestros hijos, ninguna compañía de internet llega hasta nosotros, y a veces no tenemos ni para pagar el saldo de los celulares.

Con estas condiciones es imposible seguir las clases en línea. Por eso es que tomamos la decisión de mandar a nuestros hijos a la escuela”,

dijo Roberto Cahuich Cen, representante de los colonos de Ampliación Santa María.

Sabemos que seremos muy criticados: padres de familia

Citó que si bien les entregaron algunos cuadernillos de tareas como opción para continuar la enseñanza de sus hijos, la realidad es que se trataba de simples paquetes de tareas que eran demasiado simples como para representar una enseñanza, o muy complejas y casi imposibles de resolver si la asesoría de un maestro, por lo que no fueron de mucha ayuda.

Una similar respuesta declaró Rafael Salcedo May, representante de los padres de familia de las colonias irregulares Antorchistas y Fraternidad, así como De la Franja. Detalló que tras reunirse con paterfamilias de los demás asentamientos, llegaron a la conclusión de que es necesario presentarse a las aulas.

“Sabemos que existe un riesgo, pero nuestros hijos están en peligro todos los días cuando llegamos de trabajar o salimos a algún lado por necesidad. Sé que seremos muy criticados por esta decisión, pero quienes serán los primeros en señalar con el dedo serán aquellos padres que sí tienen privilegios, que llevan a sus hijos a la plaza o al parque o a la explanada, que en sus hogares tienen computadora o al menos acceso a internet”.

Dijo que tienen la esperanza de que esas familias “privilegiadas” no manden a sus hijos a las escuelas, sino que mantengan la enseñanza a distancia, lo que permitirá que no exista una gran afluencia de alumnos, reduciendo el riesgo de contagio.

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