¿Cómo practicar una disciplina positiva con tus hijos en tiempos de coronavirus?
El confinamiento por coronavirus puede provocar que los niños se porten mal para exteriorizar su estrés, su ansiedad o su miedo.
MÉXICO.- El confinamiento social, la interrupción de las actividades cotidianas, el trabajo en casa, las clases virtuales y el temor a ser víctima de la pandemia por coronavirus sin duda ha marcado los hogares este 2020. Es por ello que practicar una disciplina positiva permitirá que tanto menores de edad como adultos puedan afrontar esta realidad y momento histórico que les ha tocado presenciar.
De acuerdo con el portal especializado de la Academia Americana de Pediatría (AAP), todos estamos más ansiosos y preocupados durante la pandemia. Eso evidencia la posibilidad de que los niños pequeños no tengan palabras para describir lo que sienten. Es más probable que se porten mal para exteriorizar su estrés, su ansiedad o su miedo a través de la conducta; lo que, a su vez, puede alterar a los padres, en particular si ya están estresados.
Mientras que los niños mayores y los adolescentes pueden estar particularmente irascibles ya que echan de menos el tiempo con sus amigos y se han cancelado los eventos especiales.
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Por lo que a continuación compartimos algunas maneras en las que puedes ayudar a tus hijos a manejar sus emociones y conductas, sobretodo en estos tiempos de contingencia sanitaria:
Redirije la mala conducta. Algunos niños se portan mal porque están aburridos o no saben hacer otra cosa. Búscales otra cosa para hacer.
Juego creativo. Sugiere a tus hijos que hagan dibujos de las formas en las que se está cuidando su familia. Hagan un montaje y cuélguenlo para recordarlo a todo el mundo. O construyan un fuerte o castillo dentro de la casa para mantener alejados a los gérmenes, guardando adentro a los animales de peluche o juguetes favoritos.
Dirije su atención. La atención, para reforzar buenas conductas y desestimular otras, es una herramienta poderosa. Nota el buen comportamiento y destácalo, elogiando el éxito y los buenos intentos. Explica claramente las expectativas, en particular a los niños más grandes, puede ayudar en este aspecto.
Emplea recompensas y privilegios para reforzar las buenas conductas (terminar las tareas de la escuela o las tareas de la casa, llevarse bien con los hermanos, etc.) que normalmente no daría en épocas menos estresantes.
Aprende cuándo no responder. Siempre y cuando tu hijo no esté haciendo nada peligroso y llame la atención por cosas positivas, ignorar la mala conducta puede ser una forma eficaz para que deje de hacerlo.
Usa las pausas obligadas. Esta herramienta de disciplina funciona mejor al advertir a los niños que, si no dejan de hacer lo que están haciendo, tendrán que hacer una pausa obligada. Recuérdales lo que hicieron mal en muy pocas palabras y con la más mínima emoción que le sea posible. Luego, apártalos de la situación durante un período previamente dispuesto (1 minuto por año de edad es una buena guía de referencia).