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Ciudad de México.- Hacer ejercicio con frecuencia es uno de los hábitos obligados para mantenerse saludable y en forma, sin embargo, en exceso, puede causar más daños que beneficios.

Cardiólogos, del Saint Luke’s Mid America Heart Institute, Kansas City, Estados Unidos, descubrieron que la actividad deportiva rigurosa y sin descanso, obliga al corazón a trabajar más rápido, lo que a la larga puede provocar agrandamiento (hipertrofia), arritmia y, en consecuencia, la posibilidad de sufrir un infarto, informa Salud180.

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Otro problema derivado de la actividad física extrema, es el Síndrome del Sobreentrenamiento, que se manifiesta con fatiga y problemas para realizar las actividades diarias.

Cuando nos ejercitamos, el cerebro produce serotonina, la llamada hormona de la felicidad, pero una rutina de entrenamiento sin descanso, hace que dicha hormona sea producida a gran escala y ya no sólo produzca alegría, sino mucho sueño.

De acuerdo con psicólogos de la Universidad de Tufts, Somerville, Estados Unidos, el ejercicio puede generar vigorexia, trastorno del comportamiento, caracterizado por la obsesión por conseguir un cuerpo atlético.

El ejercicio es un hábito saludable, siempre y cuando no implique llevar nuestro cuerpo al límite.