Conoce los mejores ejercicios, según tu tipo de cuerpo

Los expertos han definido tres tipos, con base en los rasgos genéticos y corporales.

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Existen características que permiten clasificar los cuerpos en somatotipos: con base en el tejido graso y las propiedades óseas y musculares de cada individuo. (Contexto/Internet)
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Agencia
CIUDAD DE MÉXICO.- ¿Es usted de las personas que son propensas a acumular grasa, o forma parte del grupo de los afortunados que la queman prácticamente sin moverse?

Cada cuerpo es único e identifica al individuo como las huellas digitales.

La forma de su apariencia está determinada por los genes que tiene su organismo y es imposible coincidir con lo que se considera un cuerpo perfecto, informó Vanguardia MX.

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Sin embargo, hay características que permiten clasificar los cuerpos en somatotipos: con base en el tejido graso y las propiedades óseas y musculares de cada individuo.

Es lo que comúnmente llamamos ‘la constitución física de las personas’.

“La clave para conocer el tipo de ejercicio y la alimentación idónea para cada quien, depende de la forma de su propio cuerpo, pero también de si lo que se busca es mejorar el aspecto físico o destacar en una modalidad deportiva”, asegura Francisco Marco, experto en Medicina del Deporte, quien nos guiará a través del siguiente artículo.

Ectomorfo

“Es la típica persona alta, delgada y con cierta tendencia a doblarse hacia adelante. Posee extremidades largas, de pecho plano y que le cuesta mucho desarrollar masa muscular”, explica el profesor Marco Francisco.

“Los deportes ideales para este tipo de cuerpo son el atletismo, la natación o y ciclismo, pero es recomendable que los ectomorfos se apeguen a un programa de ejercitamiento con pesas para un aumento de su masa muscular”, dice Francisco Marco.

“Hay que basarse en ejercicios básicos en los que movilizamos mucho las articulaciones, que buscan trabajar grandes masas musculares y grupos musculares secundarios”.

“En cuanto al entrenamiento aeróbico, el ectomorfo se ve muy limitado, porque cualquier tipo de ejercicio que haga, si no es controlado en base a los mínimos exigidos para este tipo de persona, lo que va hacer es llevarle a perder más peso y a frenar el crecimiento de masa muscular lo cual no le conviene a su figura”.

Endomorfo

Este tipo de cuerpo es el opuesto al anterior. Se caracteriza por una estatura baja y de forma redonda, con un metabolismo lento que facilita la acumulación de grasa, pero que al mismo tiempo es propicio para aumentar la masa muscular.

En este grupo se recomienda una rutina para mejorar la resistencia cardiovascular.

“Se empieza con un trabajo aeróbico que evolucione a ejercicios anaeróbicos (pesas), de más alta intensidad”, señala el profesor Marco.

Los deportes idóneos para este tipo de persona, son los de fuerza, potencia y equilibrio, como el levantamiento de pesas y la lucha libre.

“Lo que se busca es que aumente la masa muscular y descienda de forma equilibrada el porcentaje de grasa.

“A nivel psicológico es el tipo más débil, le cuesta mucho esforzarse y se deprime con facilidad ante el fracaso, el avance lento o la falta de avance”, advirtió el experto en preparación física.

Mesomorfo

Es genéticamente el grupo más aventajado físicamente, hasta el punto de que puede parecer un atleta sin serlo.

“Es el clásico deportista que haga lo que haga lo hace bien y lo lo hace verse bien”, destacó Marco.

Lo ideal para este tipo de personas es buscar deportes y ejercicios en los que se requiera combinar la fuerza y la potencia, con programas de ejercicios alternados, cambiando constantemente entre la formación de masa muscular y las actividades aeróbicas que le lleven a mejorar la resistencia cardiovascular.

El tenis, el fútbol, el remo y el triatlón son los deportes que se acomodan perfectamente al sector de los mesomorfos.

Pese a las ventajas de las personas mesomorfas, Marco aclaró que no debendescuidar la dieta por su tendencia a acumular grasa.

“Pero tampoco tienen un metabolismo tan acelerado como el ectomorfo que coma lo que coma va a quemar rápidamente todo lo que ingiera”.

¿Qué vamos a hacer con esto?

Conocer el tipo de cuerpo es un factor importante para definir la mezcla de ejercicios y dietas apropiados.

Pero lo más determinante es conocer cuál es el principal objetivo que se pretende alcanzar, ¿establecer una rutina de ejercicios con una dieta que lleve a una vida saludable o ajustarse a un programa de ejercicios que le permita mejorar sus  características físicas?

¿No está usted contento(a) con su figura o su peso corporal? Entonces ha llegado el momento de que comience a ejercitarse de acuerdo a sus propósitos. 

La afirmación anterior tiene su origen en una realidad incontrovertible: a medida que pase el tiempo, le tomará más esfuerzo mantener su figura ‘en la línea’.

A aquellas personas sedentarias que han adoptado la filosofía de “Estoy bien así”, le daremos algo en qué pensar: no van a poder mantener el peso sin hacer una revisión de lo que comen y sin darle una pequeña mirada a la actividad física diaria que realizan.

Aparte de ayudar a muchas personas a perder peso, o a mantenerse en el peso apropiado, el ejercicio ayuda a mantener la agilidad y la buena digestión, dos factores de vital importancia para las personas que han comenzado a ‘entrar en edad’.

 Sin el ejercicio, la persona promedio gana un mínimo de medio kilogramo al año entre los 25 y los 55 años de edad; mientras que las personas que tienden a ganar peso con facilidad, y aquellas que tienden a ser gorditas ganan aún más peso. 

La importancia del ejercicio para el mantenimiento del peso quedó de manifiesto en un nuevo estudio conducido en la Universidad Duke, en Durham, Carolina del Norte (EU). Lo veremos a continuación.

El estudio de Duke

Los investigadores dividieron en tres grupos a 120 participantes sedentarios, todos ellos con sobrepeso. El grupo de control no hizo ‘ningún ejercicio’. Un segundo grupo realizó ‘una caminata ligera’ durante 30 minutos al día (5.5 kilómetros a la semana). Y un tercer grupo realizó ‘un trote’ de 30 minutos al día (8.5 kilómetros a la semana). 

A los participantes, hombres y mujeres, entre 40 y 65 años de edad, se les pidió que no cambiaran sus hábitos alimenticios durante el tiempo del estudio, que duró ocho meses. 

Conclusión

El 73 por ciento de los participantes en el grupo de los caminadores mantuvieron su peso o bajaron hasta un kilo y medio.

Los participantes que estaban en el grupo de ejercicio más vigoroso (trote) perdieron un promedio de 3 kilogramos cada uno.

Pero el hallazgo más sorprendente fue lo rápido que el grupo inactivo ganó peso. Las personas en ese grupo ganaron un promedio de 1.2 kilos en seis meses. Por lo tanto, es incorrecto asumir que si usted no hace nada mantendrá su figura allí donde estaba.

El sedentarismo es la razón principal por la que pocas personas volverán a ver el peso corporal que tenían el día de su baile de graduación

Ahora bien, aunque usted sólo mantenga su peso, si mejora su condición física a través del ejercicio regular, aportará —y notará— tremendos beneficios para su salud.

Muchos adultos se encuentran en camino de aumentar 2.5 kilogramos al año, y para ellos la mejor opción es el ejercicio, incluso la caminata ligera. 

Pero la pérdida de peso varía entre los individuos; por lo tanto, si lo que usted camina no es suficiente, necesitará subir la dosis de la caminata o bajar la dosis de lo que come.

En otras palabras, tiene que estar haciendo ajustes que le permitan lograr la dosis correcta de alimentos y ejercicios que su cuerpo requiere. 

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